En su análisis de los votantes de Kast, Emol ha colocado entre los tres tipos principales de adherentes a los menores de 40, “a quienes la agenda valórica les hace sentido”.

Un acierto del reportaje (junto a varios errores, eso sí).

Efectivamente, los “fundamentals” -por oposición a los “millennials”- son hombres y mujeres que se caracterizan por:

a. Ser creyentes en Dios y esforzarse por vivir su fe;

b. Estar disponibles para asumir compromisos matrimoniales y familiares antes de los 30 años;

c. Participar en iniciativas de representación estudiantil o en Ongs de servicio en materias educacionales, culturales o asistenciales vinculadas con la vida y la familia;

d. Ser defensores y promotores de un sentido de la autoridad y de una libertad responsable;

e. Asumir su trabajo profesional como colaboración al país;

f. Ser buenos lectores tanto de los clásicos como de la mejor literatura y teoría contemporánea;

g. Expresar sus ideas con valentía en redes y foros, sin temor a que les cambien el apelativo de “fundamentals” a fundamentalistas.

h. Buscar la excelencia en sus vidas, teniendo siempre en cuenta a la naturaleza humana y las necesidades de los demás.

i. Ser conscientes de sus debilidades, carencias y reconocer sus errores.

Y varias cosas más.

Por cierto, muchos de ellos están sometidos a una fuerte presión para que se pasen de una vereda a la otra, para que cambien sus criterios de “fundamentals” por los típicos de los “millennials.”

Una de las señales más claras de su autoafirmación en lo fundamental, será que acudan efectivamente a votar por José Antonio Kast.

Hay que ayudarlos.