Voto útil y fundamental

Gonzalo Rojas S. | Sección: Política

Desde la campaña de Sebastián Piñera se ha comenzado a desplegar una estrategia que sólo tiene sentido en un contexto de temor.

Sus personeros, al haber comprobado que la adhesión a José Antonio Kast sube y sube considerablemente semana a semana, han iniciado lo que en el comando del diputado independiente se esperaba como un signo claro de la creciente fortaleza de la postulación kastista.

Efectivamente, desde el piñerismo se insiste en que cambiar el voto de Kast a Piñera es “útil” y que, obviamente, preferir al diputado es “inútil”.

Reveladora palabra: “útil”. Es lo máximo a lo que aspiran desde el piñerismo: a la utilidad, a la eficacia, al desarrollo, al crecimiento, a que los gráficos suban en diagonal, a los resultados, primero electorales y después en el INE. En el corazón de todo piñerista convencido hay una maquinita calculadora. Calculadores que incluso le sugieren a su candidato  -Beyer por ejemplo-  que adecue  sus mensajes a los posibles electores. Todo útil, todo calculable.

Al revés, el voto por José Antonio Kast puede ser definido de manera mucho más animante y generosa.

Puede ser explicado simplemente como un voto “fundamental”.

Fundamental”, porque va a los fundamentos de la acción política y electoral: el respeto a la naturaleza de la persona humana y de los bienes que se le deben en justicia; la promoción de todas las instituciones que la perfeccionan: familia y cuerpos intermedios, sobre todo; el incentivo para el despliegue de todas su capacidades de libertad y solidaridad, en un contexto de activa subsidiariedad (por supuesto, para los piñeristas todas estas consideraciones son “inútiles”).

Y “fundamental”, porque va a poner los fundamentos de un nuevo y potente movimiento de ideas y de acción política. La candidatura Kast se proyectará desde marzo  -así lo ha dicho el mismo candidato-   en la articulación de todos los que añoran una nueva agrupación. Eso también es inútil para los piñeristas. Ya controlan la UDI y RN. Lo demás les sobra.

Sí, el dilema es efectivamente entre un voto “útil”, funcional a los calculadores y un voto “fundamental”, al servicio de un gran proyecto de bien para un Chile que hoy requiere mucho más de la revitalización de su alma que de la expansión de los números. Sólo con un alma recuperada vendrán los resultados verdaderamente útiles. Kast lo tiene claro.