¿Cómico o trágico?

Credo Chile | Sección: Historia, Política, Sociedad

#06-foto-1La noticia del VII Congreso del Partido Comunista de Cuba a todas luces puede ser juzgada como una cosa de chiste.

Tres viejos decrépitos que se aferran al poder por más de medio siglo, que son reelectos con el 100% de los votos hasta el 2021 (fecha en la cual probablemente estarán bajo tierra) y que para colmo de ironía, establecen que después de ellos el máximo de edad para mandar será de 70 años. Como si esto fuera poco, avisan que la única “empresa” legal será la de venta de “perros calientes” y que “la propiedad privada en la forma de micro, pequeña y mediana empresa, será estrictamente regulada, sin posibilidad de concentración de propiedad ni de riqueza”. (valga la contradicción)

Todo lo anterior sin ninguna disidencia, sin ningún candidato alternativo, todos elegidos a dedo, bajo un ambiente de terror recíproco. De los Castro en relación a la opinión libre de los cubanos, y de éstos en relación a la represión criminal de los dictadores.

Visto desde lejos, el tema daría hasta para una canción; “Tres tristes viejos y una nación esclava”. Sin embargo, nadie se puede reír de la desgracia ajena, menos cuando ella no nos es tan lejana.

¿Entonces tragedia?

Sí, tragedia. Primero porque no solamente son once millones de cubanos que gimen bajo este régimen por varias generaciones. Y segundo, porque este régimen cuenta con aliados poderosos en todo el continente latinoamericano, entre los cuales la Presidenta Bachelet y el Partido Comunista que nos gobierna también aquí en Chile.

Nadie puede olvidar el entusiasmo de escolar de Bachelet ante Fidel Castro en su visita a Cuba en su primera presidencia. Tampoco se puede desconocer el silencio obsequioso de los comunistas chilenos ante esta grotesca farsa democrática de sus correligionarios de Cuba. Todo esto nos indica el sentido de las reformas emprendidas por la “Nueva Mayoría” en nuestro país.

En realidad, si se leen las resoluciones del VII Congreso del partido Comunista Cubano y las del XXV congreso del PC chileno, se advierte que es el mismo lenguaje primario y fanático, los mismos objetivos y –si fuera posible- la misma imposición por la fuerza.

Como muestra, un botón. Las explicaciones del diario “EL Siglo” sobre las aspiraciones del PC chileno para la estatización del agua y de la tierra: “La colectividad, en su Congreso, planteó la necesidad de nacionalizar el agua como un recurso natural de todas y todos los chilenos, (…) y resolver las carencias de amplios sectores de la población (…) Respecto a la tierra para los indígenas, (…) lo planteado en el PC es que, mediante un mecanismo constitucional especial, se expropien tierras en manos de particulares y que eran parte de las comunidades indígenas, a quienes se le restituiría su bien ancestral. Sobre el litio, los comunistas plantean que es un recurso natural estratégico, cuyos beneficios deben ir a favor de la población y contribuir al desarrollo del país, y que debe estar regulado por el Estado. ¿Dónde está lo demoníaco?

Le respondemos que “lo demoníaco” está precisamente en lo idéntico entre sus anhelos y el panorama de fracaso absoluto y aberrante de la Cuba actual.

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por Credo Chile, www.credochile.cl.