Alemania sacudida por el asalto sexual masivo

Víctor Gago | Sección: Política, Sociedad

El asalto sexual a cien mujeres durante el festejo de la Nochevieja en Colonia ha sacudido a la opinión pública alemana. Un grupo organizado de entre 500 y 1.000 hombres aparentemente árabes o norteafricanos, según la policía, se mezcló con la multitud en los alrededores de la Estación central y la Catedral para robar, abusar sexualmente de mujeres y, al menos a una de ellas, violarla. Hay más de 120 denuncias en Colonia, y registros de ataques similares, aunque a menor escala, en Hamburgo y Stutgart, durante la pasada Nochevieja. No hay precedentes de algo así en Europa.

Cuanto más se sabe de estos incidentes, más inquietante se vuelve su perfil y más directamente interpelan el tabú de la política de inmigración y refugio en Alemania y en Europa. La manifestación de protesta de este martes en Colonia, con cientos de mujeres exigiendo que se detenga a los agresores, y el descubrimiento de que los medios de comunicación y la policía han disimulado la gravedad de los hechos durante los primeros días para no que no se vinculen con la inmigración masiva que soporta Alemania, han elevado la presión social a la mesa de la canciller Ángela Merkel, que ve dividirse a la sociedad alemana ante la acogida de un millón de personas que han llegado durante el último año como inmigrantes extracomunitarios o refugiados huyendo de las guerras en Siria, Libia o Iraq.

La alcaldesa de Colonia, Henriette Reker, ha echado leña al fuego, con su recomendación a las mujeres de que cambien de hábitos para prevenir el acoso sexual en las calles. El ministro de Justicia, Heiko Maas, ha tenido que recordarle que no son las mujeres las que tienen que cambiar de comportamiento, sino los agresores. Más elocuentes aún resultan los silencios en este episodio de “terrorismo machista”, que es como hay que etiquetar ahora toda violencia contra mujeres, según el feminismo institucionalizado. Si existe un “terrorismo machista”, la agresión sexual masiva a mujeres en Colonia durante la pasada Nochevieja es lo más parecido y, no obstante, ni una sola voz del mainstream feminista en Europa ha clamado solidaridad y justicia para las víctimas. La comisaria de Igualdad de Género, Vera Jourová, o el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, habitualmente diligentes en defensa de las mujeres víctimas de violencia, guardan silencio ahora que los agresores son de otras culturas y tienen otros valores. Después de todo, ¿quiénes somos nosotros para decirles a unos bárbaros que sus costumbres no son bienvenidas?

 

 

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por Actuall, www.actuall.com.