Esta es una historia de amor, fe, esperanza e inocencia. Una historia que combina el aspecto comercial con el espiritual y que nos reconciliará con el cine en materia de fe. La película nos ayuda a entender que la vida vale la pena ser vivida, al margen de las zancadillas que se nos pongan en el camino. En ese sentido, resulta muy actual el abanico de temas que afronta –enfocados de manera óptima– como el racismo, el bullying, el odio y el desprecio, así como de otras muchas cosas que hoy día el ser humano experimenta.

Y todo esto es posible gracias a un elenco artístico que da lo mejor de sí; no en vano cuenta con los actores candidatos al Oscar, Emily Watson (Hilary y Jackie), Tom Wilkinson (Michael Clayton), y los internacionales Ben Chaplin, Ted Levine y Michael Rapaport, además del comediante de Mall Cop Kevin James.

«El Gran Pequeño« («Little Boy«), que ya se estrenó en Estados Unidos, México y Perú, está dirigida por Alejandro Monteverde y su productor es el aclamado Eduardo Verástegui. Ambos repiten aquí la exitosa fórmula de trabajo que desarrollaron con Bella (2007). Verástegui creó su productora hace unos años y aseguró que la finalidad de sus proyectos es que las personas “se vaya inspirada a amar más y a quejarse menos”. “Nuestras películas tienen la finalidad no solo de entretener, sino también que tengan la esperanza de hacer la diferencia en nuestra sociedad. Nuestra esperanza como cineastas es que la gente cuando vea las películas, se vaya inspirada a amar más, a perdonar más y a quejarnos menos”, declaró.

“El Gran Pequeño” es un drama ambientado en los años 40, en una ciudad de Estados Unidos. Son los años de la Segunda Guerra Mundial y el niño de ocho años Pepper Busbee –interpretado por Jack William Pelissier– tiene una relación muy especial con su padre (Michael Rappaport), su único compañero y amigo, ya que él es muy bajo de estatura y los niños del pueblo se burlan constantemente de él. El mundo de ‘Little Boy’ se derrumba cuando James se va a la guerra.

5 razones para ver la película:

• Enseña a creer

El film se desarrolla en plena segunda guerra mundial, un periodo donde la esperanza era algo que se perdía de a poco. Sin embargo, el protagonista tiene una fe que mueve montañas y a pesar de que todo parece estar en su contra, nunca deja de creer en aquello que los demás consideran imposible.

• Enseña a no tener estereotipos

Para la época, los japoneses no era bien vistos por los americanos. No obstante, cuando el pequeño Pepper (Little Boy) forma un lazo de amistad con un “jap” descubre que la persona menos esperada puede ser quien al final impacte más en nuestra vida.

• Enseña a que el verdadero amor puede ser filial

El tema del romance está más que gastado en Hollywood, por eso esta historia de amor entre padre e hijo conmueve.  Desde el principio vemos lo importante que es para Little Boy su papá y el vínculo formado entre ellos.

• Enseña a no limitarnos

No debemos dejar que nadie defina quienes somos ni lo que podemos lograr en base a nuestras características físicas o mentales. Little Boy demuestra Él que no es necesario el tamaño para hacer cosas grandes.

• Demuestra que la vida es una montaña rusa de emociones

La película lleva de la alegría a la tristeza, de la tristeza a la sorpresa y de la sorpresa a la alegría nuevamente. La vida es así, tiene sus altibajos y eso es algo que debemos aceptar y sobrellevar.

Trailer:

http://youtu.be/fqARA71zLZo