Resulta lamentable el título, los niños nacidos y por nacer, pero para la Presidenta Bachelet y su Gobierno constituyen la última prioridad. Es verdad y se los muestro con algunos ejemplos concretos.

En primer lugar, teniendo en cuenta los efectos negativos que produce el consumo de marihuana para niños, niñas y adolescentes, a saber: riesgo de adicción, la deserción escolar, disminución del CI, psicosis, accidentes de tránsito y bronquitis crónica, entre otros, publicados extensamente en la literatura científica, y el lamentable aumento que ha tenido en los últimos años, según el Décimo Estudio Nacional de Drogas sobre Población Escolar dado a conocer por SENDA, entre 8 básico y cuarto medio son consumidores de droga 429.347 estudiantes. De ellos un 84,3% son consumidores de marihuana;  la prevalencia anual de su consumo pasó de un 13% en 2001, a un 25% en 2013 y la percepción de riesgo del consumo entre escolares cayó de un 51,3% en 2001, a sólo un 21,6% en 2013, resulta extremadamente preocupante que en el proyecto de ley que legaliza la marihuana  y que se votará esta semana, se omita por completo la realidad de aquellos que resultarán más afectados, los niños, niñas y adolescentes. Y lo que es peor, que el Gobierno lo sabe, y no hace nada.

En segundo lugar, la semana pasada, de un minuto a otro y rompiendo todo tipo de acuerdo, pero por sobre todas las cosas, sin escuchar a la Sociedad Civil; Profesores de Derecho y Especialistas de la Salud, el Presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, apresuró una discusión, imponiendo la clausura de todo tipo de debate sobre el proyecto de ley que legaliza el aborto, y que en buenas cuentas, atenta gravemente contra la dignidad del que está por nacer. ¿Y el Gobierno que hace? Absolutamente nada.

En tercer lugar, el Gobierno el 14 de abril del 2014, creó el Consejo Nacional de la Infancia, invirtiéndose más de 1500 millones para financiarlo, se contrataron más de 52 funcionarios con el objeto principal que dentro de un año, tenga por resultado un proyecto de ley de Derechos y Garantías de los niños, niñas y adolescentes. ¿Y que tenemos? Nuevamente nada. El plazo se encuentra vencido por más de tres meses y además, hace unas semanas más de 300 ONGs que conforman el “Bloque por la Niñez” se manifestaron en contra de esta omisión y por sobre todo, por estarse elaborando dicha iniciativa legal de espaldas a la ciudadanía.

En cuarto lugar, el 13 de octubre del año 2013, el Ex Presidente Piñera ingresó un proyecto de reforma integral al sistema de adopción en Chile, el cual la Presidenta Bachelet reemplazó completamente en Noviembre de 2014. El problema surge en que habiéndose tramitado más de la mitad del mismo, casi un año de análisis del mismo, con indicaciones parlamentarias ya aprobadas en beneficio de la niñez y la adolescencia, el Ejecutivo cambia diametralmente todo hace unas semanas, y presenta un nuevo proyecto retrasando y volviendo atrás todo lo avanzado en perjuicio de justamente, los niños. ¿Y al Gobierno le importa algo? Absolutamente nada.

Por último, conocemos por la prensa que la Ministra de Justicia se abrió a la posibilidad de que parejas homosexuales tengan el derecho a adoptar olvidándose por completo que los niños, niñas y adolescentes no son objetos sino sujetos de derecho y que por lo que debe velar es por el mejor interés de éstos, no de algunas parejas homosexuales.

En fin, razones hay de sobra para entender que la última prioridad de este Gobierno son los niños, esperemos que pueda recapacitar y enmendar el rumbo porque en definitiva los más perjudicados van a ser justamente los que no se pueden defender, ya sea porque están por nacer o porque nacieron y nuestro país no los protege como debiera ser.

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por Chile B, www.chileb.cl.