¡Millonarios, fuera!

Hermógenes Pérez de Arce | Sección: Política, Sociedad

#08 foto 1 autorUn ideólogo del Gobierno sostiene que la desigualdad es un problema, y para demostrarlo cita un estudio según el cual 45 personas tienen más de cien millones de dólares y “capturan el diez por ciento de la riqueza total”. Sostiene que las reformas tributaria, educacional y laboral van a terminar con ese problema.

Desde luego, su sola advertencia ya ha comenzado a solucionarlo: en “Economía y Negocios” de “El Mercurio” leí que un empresario con un patrimonio de dos mil millones de dólares (luego, es uno de los 45) había resuelto cerrar su “family office” en Santiago y llevársela a los Estados Unidos. Entonces, el programa de gobierno nos está haciendo más iguales, porque hay un multimillonario menos. Pero sus dos mil millones de dólares no se van a seguir invirtiendo acá. ¿Por qué nos extrañamos de que la inversión caiga desde el segundo semestre de 2013, justamente la fecha en que Michelle Bachelet anunció su programa igualitario?

Había algunos multimillonarios invirtiendo en educación, pero desde que se persigue el lucro en esa actividad, están desinvirtiendo rápidamente y como pueden, intentando “salvar los muebles”. Algunos, extranjeros, todavía preguntan cómo nadie les advirtió a tiempo que éste no era un país seguro para los inversionistas educacionales.

Tampoco va a haber nunca más una torre como la del Costanera Center. Esas iniciativas sólo se les ocurren a los multimillonarios de países no socialistas. El que la construyó creyó que vivía en uno y no contaba con que se desataría la revolución que está en marcha. Todavía no puede habilitar la torre ni rentabilizarla. Debe estarse diciéndo “¡nunca más!”

Por fin, entonces, Chile vuelve a ser el país del Frente Popular de cuando yo era niño, donde la intervención estatal prohibía importar autos nuevos, fundar estaciones de televisión, comprar o vender dólares, construir estacionamientos subterráneos y rascacielos de más de doce pisos. La mejor tienda de Santiago, Gath & Chaves, inglesa, cerraba debido a una huelga laboral como las que vamos a tener después de la reforma en trámite. Sus dueños tenían un doble defecto: no sólo eran millonarios, sino gringos.

¡Millonarios, fuera! Sin ustedes por fin volveremos a ser iguales y alcanzaremos a naciones donde la riqueza se distribuye tan equitativamente como en Cuba, Corea del Norte y Afganistán.

 

 

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por Estrategia, www.estrategia.cl.