La Devoción al Corazón Inmaculado de la Virgen María

Gastón Escudero Poblete | Sección: Historia, Religión

#11 foto 1En 1917 la Santísima Virgen María se apareció a tres niños de la localidad de Fátima, Portugal. Ocurrió en seis ocasiones, el día 13 de los meses de mayo a octubre. En la segunda de ellas, la Virgen dijo a Lucia, la mayor de los niños (y la única que podía escuchar a la Virgen; los otros sólo la veían): “Jesús quiere servirse de ti para darme a conocer y amar. Quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. A quien le abrazare prometo la salvación y serán queridas sus almas por Dios como flores puestas por mí para adornar su Trono«.

En la tercera aparición (el 13 de julio) la Virgen agregó: «Habéis visto el infierno, donde van las almas de los pobres pecadores. Para salvarlas Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hacen lo que yo os digo se salvarán muchas almas y tendrán paz. La guerra [se refiere a la Primera Guerra Mundial] terminará pero si no dejan de ofender a Dios en el reinado de Pío XI comenzará otra peor. Cuando viereis una noche alumbrada por una luz desconocida sabed que es la gran señal que Dios os da de que va a castigar al mundo sus crímenes por medio de la guerra, del hambre, de la persecución de la Iglesia y del Santo Padre. Para impedir eso, vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión reparadora de los primeros sábados. Si atienden mis deseos, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones de la Iglesia: los buenos serán martirizados; el Santo Padre tendrá que sufrir mucho; varias naciones serán aniquiladas. Al final, mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre me consagrará a Rusia, que se convertirá, y será concedido al mundo algún tiempo de paz”. (La profecía relativa a la luz desconocida se cumplió la noche del 24 al 25 de enero de 1938: “La vieron claramente millones y millones de personas en toda Europa: a poco de ponerse el sol, el cielo, por poniente, se volvió cárdeno, como en un ocaso interminable que cambiaba de color: malva, violeta, encarnado azul… A ratos, del horizonte surgían unos haces brillantes de luz dorada que iluminaban todo el firmamento. El fenómeno se prolongó toda la noche, hasta la madrugada del día siguiente”. Francisco Ansón, “Tres Milagros para el Siglo XXI”, p. 103).

El 13 de octubre de 1917 se produjo la última aparición en Fátima. Casi un mes después, el 6 de noviembre, comenzó en Rusia la revolución bolchevique (llamada “de octubre” porque ese día corresponde al 24 de octubre en el calendario juliano, a la sazón vigente en Rusia) que implantó el sistema comunista soviético.

En 1929 la Santísima Virgen se apareció de nuevo a sor Lucia (convertida ya en religiosa) diciéndole: «Ha llegado el momento en que Dios pide al Santo Padre que haga en unión con todos los obispos del mundo la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón prometiendo salvarla por este medio”. La prudencia con que la Santa Sede reacciona ante este tipo de fenómenos explica la demora en considerar seriamente esta petición. Recién en 1942 Pío XII realizó una consagración del mundo al Corazón Inmaculado, repitiéndola en 1952, y más tarde Pablo VI la renovó, pero en todos estos casos sin la colaboración de los obispos.

En 1978 asume como Papa Juan Pablo II, cuyo pontificado estaría muy vinculado a Fátima. El 13 de mayo de 1981, exactamente 64 años después de la primera aparición, un terrorista le disparó en la Plaza de San Pedro a tres metros de distancia. A pocos centímetros de la aorta el proyectil se desvió inexplicablemente sin afectar a otros centros vitales; de no haber sido así, el Papa habría muerto desangrado en pocos minutos. Al despertar en el hospital al día siguiente, su secretario Monseñor Dziwisz le contó lo ocurrido el día anterior haciéndole notar la coincidencia de fechas entre el atentado y la primera aparición de la Virgen en Fátima. Entonces el Papa pide que le lleven toda la documentación referente a las apariciones y después de estudiarla comprende su vinculación personal con los mensajes de Fátima. La referencia a los sufrimientos del Papa no sólo se podía aplicar al atentado (como quedó demostrado años más tarde con la revelación de la tercera parte del Mensaje de Fátima) sino que la profecía de la Virgen acerca de la expansión de los errores de Rusia era una realidad vivida y sufrida en carne propia: Karol Wojtyla había experimentado la represión del régimen comunista en su Polonia natal, fue testigo de la persecución sufrida por tantos conocidos y amigos y también lo fue de cómo algunas naciones vecinas fueron sometidas por la U.R.S.S. “Durante los tres meses que he pasado entre la vida y la muerte he comprendido que la única solución para salvar al mundo de nuevas guerras y catástrofes, para salvarlo del ateísmo, es la conversión de Rusia según el mensaje de Fátima”, confió el Papa a uno de sus visitantes antes de salir del hospital. Por eso se propuso realizar la consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de María como Ella lo pidió en 1917, y el 8 de diciembre (fiesta de la Inmaculada Concepción) de ese año renovó la consagración de la Iglesia y del mundo a la Virgen.

Al año siguiente el Papa visitó Fátima y el día 13 de mayo ‒aniversario de la primera aparición‒ nuevamente realizó la consagración: “Te confiamos, oh Madre, el mundo, todos los hombres y todos los pueblos, y especialmente aquellos que… (en este punto hizo una pausa de cinco segundos en la que se especula mencionó en silencio a Rusia). Te confiamos también la consagración de mundo y la depositamos en tu Corazón maternal”. Sin embargo, tras su regreso a Roma, sor Lucia le escribió una carta haciéndole ver que sus consagraciones no cumplían con lo solicitado por la Virgen en Fátima porque no habían sido hechas en unión con todos los obispos del mundo. Para corregir el error el 8 de diciembre de 1983 el Papa envió a todos los obispos del mundo una carta invitándolos a que se unieran a él en la consagración que realizaría el 25 de marzo de 1984, día de la Anunciación. La carta incluyó la fórmula exacta del acto de consagración. Para la ocasión el Papa pidió que le llevaran la imagen de Nuestra Señora de Fátima a Roma y el día establecido realizó la consagración del mundo y de los pueblos al Corazón Inmaculado de María. Consultada más tarde sor Lucia si esta consagración era válida, respondió afirmativamente (en octubre del año 2000, con ocasión del Jubileo de los Obispos y nuevamente ante la imagen de Nuestra Señora de Fátima, Juan Pablo II renovó la consagración).

En 1985 comienzan a ocurrir los sucesos que condujeron a la caída del comunismo en Europa del Este. El 11 de marzo Mijaíl Gorbachov es elegido Secretario general del partido comunista de la U.R.S.S. y en abril comienza la perestroika. En 1988 las disidencias a los regímenes comunistas son ya fuertes en Polonia, Checoslovaquia y Hungría. Al año siguiente caen los regímenes comunistas de Hungría, la RDA (donde en noviembre cae el mítico Muro de Berlín), Checoslovaquia, Rumania, Lituania, Estonia  y Letonia; en 1990 expira el régimen comunista polaco; en 1991, en abril se disuelve el Pacto de Varsovia, en agosto Juan Pablo II declara la muerte del marxismo y en diciembre el Soviet Supremo ruso formaliza la extinción de la U.R.S.S. y reconoce a la Mancomunidad de Estados Independientes como su sucesora.

Los acontecimientos políticos citados confirman la eficacia de la consagración al Corazón Inmaculado de María en cuanto a evitar la expansión de los errores de Rusia por el mundo. En cuanto a la conversión del pueblo ruso, el sitio Zenit señala: “Cuando se habla de conversión de Rusia la Virgen podría referirse a tres realidades: el abandono del comunismo ateo, la restauración de la vida religiosa intensa o reevangelización, la unión con la Iglesia Católica. La primera realidad de conversión comenzó deprisa después de la consagración. Un año después había cambiado el gobierno y el nuevo presidente anunciaba grandes cambios en el país. La reevangelización  poco a poco se va logrando, en Rusia la mayoría de la gente se ha bautizado, se han abierto miles de iglesias, la gente ha comenzado a rezar, a frecuentar los sacramentos, los iconos están de nuevo presentes en la vida de casi toda Rusia. Esta es evidentemente una realidad todavía incipiente, que debe mejorar muchísimo, pero una parte ya se ha realizado. En cuanto a la unión con la Iglesia Católica, que significaría la plenitud de la conversión, todavía está lejos de lograrse” (http://www.zenit.org/es/articles/consagracion-del-mundo-al-inmaculado-corazon-de-maria).

Cabe agregar que la fiesta del Corazón Inmaculado de María dentro del calendario litúrgico católico fue oficialmente establecida por el papa Pío XII el 4 de mayo de 1944. Esta fiesta se celebra al día siguiente de la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús; se celebran viernes y sábado respectivamente, en la semana siguiente al domingo de Corpus Christi y siguiente al segundo domingo después Pentecostés.

#11 foto 2Permítaseme una consideración personal. A 24 años del fin del comunismo en Europa, en nuestro querido país asistimos a un resurgimiento del marxismo. La misma Presidenta de la República ha declarado públicamente su deseo de culminar la obra inconclusa del gobierno marxista de la Unidad Popular. Según mi parecer, aunque el elemento más nefasto de este proyecto es la legalización del asesinato de niños por nacer, la derogación de la Constitución de 1980 es su culminación; la Carta que la reemplace consagrará, sin duda, de manera más o menos velada, un orden social de inspiración marxista. Este año la fiesta del Inmaculado Corazón de María se celebra el próximo 13 de junio, aniversario n° 98 de la segunda aparición de la Virgen en Fátima y en la cual habló por primera de esta devoción. El día 5 de junio comenzaré una Novena al Inmaculado Corazón de María pidiendo que proteja a nuestra Patria ante la nueva amenaza marxista, en el convencimiento de que se trata de esa clase de males que sólo pueden ser derrotados “por la oración y la penitencia”. Invito a usted, estimado lector, a unirse a este acto de confianza en la protección de la Santísima Virgen mediante la oración que transcribo abajo.

 

¡Oh Corazón Inmaculado de María!Ayúdanos ante la amenaza del mal, que con tanta facilidad echa raíces en los corazones de la gente de hoy, y cuyos efectos inconmensurables ya pesan sobre nuestro mundo moderno y nuestro querido Chile y parecen bloquear los caminos que conducen al futuro.De los pecados contra la vida humana desde su concepción, líbranos Señora.

Del odio y de la degradación de la dignidad de los hijos de Dios, líbranos Señora.

De todo tipo de injusticia en la vida de la sociedad, líbranos Señora.

De la disposición para pisotear los Mandamientos de Dios, líbranos Señora.

De los intentos de sofocar en los corazones humanos la misma verdad de Dios, líbranos Señora.

De los pecados contra el Espíritu Santo, líbranos Señora.

Ayúdanos con el poder del Espíritu Santo a vencer todo pecado: los pecados individuales y los pecados del mundo, el pecado en todas sus manifestaciones.

Permite que se revele en la historia de Chile el infinito poder salvífico de la Redención: el poder del Amor Misericordioso. Que este poder detenga el mal. Que transforme las conciencias. Que tu Inmaculado Corazón revele a todos la luz de la esperanza.

Amen.

(Tomada de la Consagración de la Iglesia y el mundo al Inmaculado Corazón de María hecha por el Papa Juan Pablo II el 25 de marzo de 1984).