El sigilo del aborto

Credo Chile | Sección: Política, Vida

#02-foto-1Si hay algo que está claro en el proyecto de aborto, es que éste avanza de modo sigiloso, en voz baja, casi en secreto. La frase de la Ministra de Salud Helia Molina, de que las mujeres ricas hacían los abortos de sus hijas en “clínicas cuicas”, le costó el puesto, pero no su posición de portavoz de la Nueva Mayoría en el tema.

Después de reafirmar sus declaraciones, la ex funcionaria Molina recibió, esta semana, de su partido, el PPD, el ofrecimiento de encabezar el proyecto de Derechos sexuales y reproductivos del partido.

Nótese que la ex Ministra, al hacer esas declaraciones, se refirió al tema del aborto, como una acción sin causales limitadas. Para ella, la gran injusticia no está en el cumplimiento o no de las causales (malformación fetal, peligro de vida de la madre y violación). El problema está en que los “ricos” lo pueden hacer en clínicas “cuicas” y los pobres no.

También esta semana la prensa dio a conocer las actas de una serie de reuniones entre el Minsal y el Sernam, en la cual participaron personajes que, en su gran mayoría, para no decir en su totalidad, son favorables al aborto sin límites y gratuito.

Las actas de las reuniones muestran que, ya antes de la presentación de un Proyecto concreto, se estudia cómo redactarlo de modo a ser lo más impreciso posible y no amarrarse a un “reglamento” que restrinja los supuestos “derechos de la mujer” en decidir la muerte de sus propios hijos.

Curiosamente, los abortistas, que afirman representar a la mayoría del País, se cuidan de seguir una estrategia que no impacte a la opinión nacional. “Nunca hablar de aborto eugenésico”, dice una de las recomendaciones propuestas en las referidas reuniones interministeriales.

Lo anterior demuestra que, en realidad, la opinión nacional no quiere el aborto. Sólo una parte de ella lo “tolera”, para algunos casos específicos. Sin embargo, lo que se esconde detrás de las mentadas “causales”, es cada vez más claro el pretendido derecho a matar a los no nacidos. El cual corresponde al “diktat” de un polit-bureau que actúa al interior del Gobierno, en la penumbra, integrado no se sabe bien por quiénes, pero que son decisivos.

Esta estrategia de la Nueva Mayoría demuestra que sus procedimientos, al menos en cuanto al aborto, no son democráticos, ni transparentes.

Un Gobierno auténticamente democrático, en un tema que toca uno de los puntos más graves de los derechos de la persona humana, que es el derecho a la vida desde su concepción, debería, por lo menos, promover un espacio de discusión pública claro sobre el tema, para hacer transparente y de modo inequívoco su posición. A menos, es claro, que tengan miedo a la polémica, porque ven que perderían apoyos, en vez de ganarlos.

A nadie le queda duda de que el Gobierno de la Dra. Bachelet es abortista. El asunto es saber hasta qué punto de esta abominación pueden llegar, pues difícilmente el proyecto podría contar con los votos favorables de toda la DC, en el caso de que éste no presentara las tres “causales”.

El zigzag y los sigilos con que avanza la tramitación de un proyecto de aborto, demuestra la debilidad del Gobierno. Las tres pseudo “causales” parecen ser el biombo detrás del cual se esconden los nuevos Herodes, que les permitirá a los neo Poncio Pilatos de la DC, decir que no vieron, ni supieron, ni creyeron, o sea, a lavarse las manos.

 

 

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por Credo Chile, http://www.credochile.cl/