Poco antes de la Cumbre de Londres sobre Planificación Familiar, Melinda Gates declaró que la “expansión global de la planificación familiar es el propósito de su vida”. Gracias a esas palabras en los próximos años les lloverán anticonceptivos abortivos a las mujeres de los países pobres. A decenas de millones de mujeres pobres se les inyectará y se les hará tomar estas potentes drogas a base de esteroides.

También afirmó que esta Cumbre era “un importante hito en la historia de la planificación familiar”. Y agregó “Estamos trayendo muchos más recursos a este esfuerzo como nunca antes”. Lo cual, como veremos, es relativo.

Según el Informe de Flujos Financieros para Programas de Población que realiza UNFPA todos los años, la Fundación Bill y Melinda Gates ha venido donando algo más de 400 millones de dólares en los últimos años. En esta oportunidad subieron su cuota a 540 millones. Si juntaron 4.600 millones en esta Cumbre fue porque otros prometieron donar más de 4.000 millones. 2.000 millones fueron prometidos por los mismos países ricos de siempre con EEUU a la cabeza (países que no quieren que los pobres se multipliquen). Pero nadie repara en los 2.000 millones restantes que provendrán de aportes de gobiernos de países pobres (¡¡!!).

Y aquí está el detalle importante. La Cumbre tan solo ha recibido una colección de promesas de aportes. No se conoce una relación de aportes concretos. Nadie asegura que muchos hayan prometido delante de los Gates lo que siempre han venido aportando. Según el reporte financiero de UNFPA ya citado, el aporte de la Fundación Gates seguirá apenas alcanzando el 1% del gasto anual en Programas de Población a nivel mundial, mientras que los gobiernos de países pobres aportan el 66%. Si todos los participantes de la Cumbre cumplen con sus promesas a los Gates, estas proporciones no variarán y este evento no será ningún incremento significativo de fondos.

La Cumbre más parece ser tan solo una campaña mediática centrada en el uso el poder político de los Gates. La esencia de los programas de población seguirá siendo la misma: presión a los pobres para no tener hijos y en el colmo del abuso haciendo pagar a los pobres una factura generada por decisiones y conveniencias ajenas. Para nadie es secreto de qué nacionalidades son los funcionarios que toman decisiones en esos programas y que perciben unos jugosos sueldos y de qué nacionalidades son aquellas mujeres pobres a quienes les aplicarán los anticonceptivos y sin contar con el consentimiento informado de muchas de ellas.

La Cumbre sin duda se vende públicamente como un gesto filantrópico de los Gates pero la realidad puede ser radicalmente distinta. Si la campaña lanzada por los Gates ampliará los servicios de “salud reproductiva” y el uso de los anticonceptivos para 120 millones mujeres pobres en Asia y África para el 2020, será contando con un grueso aporte de los mismos países pobres.

¿Qué harán con las mujeres que no quieran aplicarse sus anticonceptivos?

Andrew Mitchell, funcionario de la Secretaría de Desarrollo Internacional del Reino Unido, afirmó que las mujeres no serían obligadas a tomar anticonceptivos. Remarcó categóricamente que desde El Cairo en 1994 “se puso fin a la idea de la coacción” en los programas de planificación familiar. Y añadió muy convencido: “No me corresponde a mí, ni a cualquier político, decidir cuántos hijos debe tener una mujer.”

Tal vez Mitchell en persona no ha puesto en marcha algún plan coercitivo pero su socio el Fondo de Población de las Naciones Unidas-UNFPA y la “International Planned Parenthood Federation” son cómplices de la política de un solo hijo de China que, como es ahora de conocimiento público, está lleno de horribles abusos. Por tanto, es poco honrado de su parte como de Ban Ki-Moon, Secretario General de las Naciones Unidas, decir a los asistentes a la Cumbre que él quiere asegurarse de que “ningún niño nazca sin ser deseado y que ningún niño muera innecesariamente”. Los niños en China mueren innecesariamente todo el tiempo, en los condados donde UNFPA está a cargo de la ejecución de la política de un solo hijo.

Durante un debate sobre la integración de la planificación familiar con las mujeres y los servicios de salud de los niños y el manejo del VIH, el Sr. Tweodros Melesse, Director General del IPPF dijo que “integrar los servicios mejora la calidad, reduce el estigma y aumenta el acceso”. IPPF va a trabajar para triplicar su prestación de servicios en los próximos 5 años, “evitando así 46 millones de embarazos no deseados”. Aunque esto suene razonable, debe tenerse en cuenta la forma como la “integración” funciona en la práctica. Es decir que a las mujeres se les niega la atención médica a sus hijos a menos que acepten cualquiera de los métodos de anticoncepción o la esterilización. Históricamente, la “integración” que aplican estos proveedores de servicios ha sido un mecanismo de coerción sobre las mujeres pobres.

Melinda Gates, quien dice ser católica, declaró: “Estamos poniendo a las mujeres en el mismo centro del asunto”. También dijo que el deseo universal de las madres de dar a sus hijos “todo lo bueno” sólo puede realizarse cuando el acceso a los anticonceptivos sea universal “y para eso estamos aquí”. Pero no dijo una sola palabra de la planificación familiar natural o la abstinencia antes del matrimonio.

Complacientes funcionarios de países pobres comprometidos con los Gates

No faltaron delegados de países de África y Asia alineados en fila por participar en sociedad con el dinero prometido por Gates.

El Ministro de Salud de Etiopía, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, encabezó la fila, diciendo que “las condiciones fundamentales para lograr un verdadero progreso están alineados como nunca antes”.

La Sra. Anuradha Gupta, Secretaria Adjunta del Ministerio de Salud y Bienestar Familiar de la India se dirigió al auditorio de la Cumbre diciendo que “teniendo en cuenta que tenemos más de 12 millones que dan a luz sólo en las instituciones de salud pública”, la India se compromete a ofrecer una gama completa de métodos anticonceptivos “absolutamente gratis” y que su gobierno quiere asegurar la disponibilidad de los servicios de anticoncepción “en todos los rincones de nuestro gran país”. Gupta dijo que el gobierno de la India dará un “gran salto en la planificación familiar reproductiva en los próximos cinco años”. Cabe señalar que actualmente “los programas de salud reproductiva/planificación familiar” de la India son bien conocidos por los abusos, tales como la esterilización forzada. Así que la promesa de “un gran salto” debería aterrarnos.

El Ministro de Bienestar Social de Indonesia, Agung Laksono, anunció que su gobierno incluirá la planificación familiar dentro del programa de salud universal que se iniciará en enero de 2014 y que aumentará los fondos para programas de planificación familiar, en particular los métodos “de acción prolongada y permanente”. Por supuesto, cuando un país tan pobre como éste dice que aumentará los fondos para programas de planificación familiar es que está planeando utilizar el dinero de otras personas, en este caso de Melinda Gates y de los contribuyentes occidentales.

La Ministra de Salud de Senegal, Dra. Awa Marie Coll-Seck, que tampoco quería dejar pasar la generosidad de Gates, dijo “me comprometo a darle prioridad a los programas de planificación familiar en nuestro país”. Ella anunció que el gobierno de Senegal planeaba duplicar su presupuesto para la planificación familiar y su objetivo de la prevalencia de anticonceptivos a más del doble, de 12 a 27 por ciento en el 2015, especialmente a través de la comunidad y del sector privado y programas “móviles” para mejorar la cobertura en el uso de “métodos de planificación familiar de acción prolongada y permanente”. Como demuestra la investigación de Population Research Institute, cada vez que un gobierno establece objetivos para el uso de anticonceptivos, como los tiene Coll-Seck, con seguridad los abusos le siguen, tan cierto como que el día sigue a la noche.

Coll-Seck también le dijo a la Cumbre que ella está interesada en los nuevos métodos de control natal y que las mujeres de Senegal y Uganda serán utilizadas en los experimentos del nuevo anticonceptivo inyectable. La práctica de usar a las mujeres como conejillos de indias en experimentos médicos en países pobres tiene un largo historial y es una violación de la ley de EE.UU., la Enmienda Tiahrt, que el PRI ayudó a que se aprobara. El dinero privado, como el de Gates, no está obligado por ninguna de tales restricciones.

Tampoco faltaron los laboratorios farmacéuticos

Aparte de los que buscan subvención o un futuro cargo en los negocios de los Gates, los fabricantes de anticonceptivos también se encontraban en la Cumbre muy entusiasmados por la perspectiva de nuevos mercados para sus productos.

El Director General de Pfizer en Nigeria, Enrico Liggeri, dijo que la compañía estaba ampliando en un 100% la capacidad para elaborar Depo Provera, el anticonceptivo inyectable de 3 meses de duración. “Mil millones de dosis de Depo Provera se han producido hasta ahora, y estamos comprometidos a hacer otros mil millones para el año 2020”, dijo. El espíritu festivo de la Cumbre no se empañó con ningún comentario aguafiesta sobre los anticonceptivos con esteroides comprometen el sistema inmunológico de una mujer, haciéndola víctima probable de contraer el VIH / SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual.

Antony Lowe, de la Compañía Farmacéutica Dahua en China, también estaba allí para promocionar el implante anticonceptivo de su empresa. Ha sido utilizado por más de 7 millones de mujeres desde 1996, afirmó Lowe, aunque no dijo cuántos de estos implantes quirúrgicos fueron voluntarios y cuántos impuestos por la política de un solo hijo.

El administrador de USAID, el Dr. Rajiv Shah, que preside un panel sobre “compromisos de los donantes”, señaló que la administración Obama ha gastado miles de millones de dólares en anticonceptivos abortivos desde que asumió el cargo en el 2009. Shah dijo que EE.UU. dirige $ 640 millones anualmente, hacia programas internacionales de planificación familiar que llegan a 83 millones de mujeres en todo el mundo. Shah también dijo que USAID está “feliz de compartir” con la fundación Gates la promoción de Depo Provera en todo el mundo en desarrollo. Claro no dijo que el uso de DepoProvera fue cuestionado para las mujeres estadounidenses.

En relación al concepto de control natal, no hay nada nuevo bajo el sol

La única nota triste la dió Kyo Hu Choo, el Embajador Coreano en Gran Bretaña. Choo fue presentado porque su país, con una tasa de 100% de prevalencia anticonceptiva, decía que era un “modelo para el mundo”. El programa de control de la población surcoreana comenzó en la década de 1960, impulsado por los Estados Unidos. Choo comentó: “Ahora sufrimos de una muy baja tasa de natalidad. Existen algunas opiniones de expertos que exageramos”.

Se exageró, de hecho. Corea del Sur está perdiendo gente de año en año, llenando más ataúdes que cunas. ¿Será precisamente lo que Melinda Gates y su camarilla pretenden cuando dicen que este país moribundo debería ser un “modelo para el mundo”?

Notas:

Este artículo fue publicado originalmente por Population Research Institute, www.lapop.org.

(*) El corresponsal de Population Research Institute (PRI) tuvo que actuar encubierto pues el acceso a la Cumbre fue muy restringido. Se le negó la participación a todo aquél que pudiera representar un pensamiento distinto al de los organizadores.