Preservar

P. Raúl Hasbún | Sección: Política, Sociedad, Vida

Preservar es proteger, resguardar anticipadamente a una persona, animal o cosa de algún daño o peligro. ¿A quiénes, y de qué daño o peligro intenta resguardar nuestro Ministerio de Salud Pública, cuando promueve activamente la distribución de preservativos en establecimientos educacionales? Si su tema es el SIDA, lo que tenía que decir lo dijo en los spots de campaña, llamando a informarse y a cuidarse por alguno de los tres medios reconocidos, el primero de los cuales es la abstinencia y el segundo, la fidelidad. La difusión del condón como tercer medio es probadamente ineficaz en la contención de la pandemia y aumenta el coeficiente de riesgo, en la medida en que vende una falsa seguridad y alienta la habitualidad de conductas promiscuas.

Si lo que se pretende es disminuir la tasa de embarazos en adolescentes y la correlativa inhabilidad para asumir responsabilidades parentales ¿es éste un tema de salud pública? El embarazo ¿es una enfermedad? ¿Contagiosa? ¿Corremos en Chile el riesgo de una epidemia de embarazos? Los gastos en que debe incurrir el sistema para costear la atención de partos estudiantiles ¿autoriza al Ministerio de Salud para inmiscuirse potestativamente e invertir recursos fiscales en la prevención de embarazos? ¿Deberán en consecuencia nuestras autoridades de Salud involucrarse en toda la gestión de política criminal, dados los ingentes costos que acarrea la atención médica de las víctimas del delito? Si el sistema de salud pública, desafiando fallo expreso y vigente del Tribunal Constitucional, presupone en menores de edad suficiente discernimiento para asumir el riesgo de dar muerte a un ser ya concebido mediante la píldora del día después ¿con qué raciocinio y derecho presupone ahora que deben ser logísticamente protegidos del manejo irresponsable de su libertad sexual? El medio recomendado y ofrecido para proteger ¿pone a los estudiantes a buen recaudo del daño o peligro que se intenta evitar? ¿En alguna parte la difusión masiva del preservativo, o las políticas  públicas anticonceptivas, han terminado en otra cosa que en la proliferación de embarazos no deseados y, como consecuencia, en la ominosa “solución final” del aborto legalizado?

Si jóvenes alumnos reciben preservativos obsequiados y recomendados por quien representa al Presidente dela Repúblicae inviste la calidad de médico ¿no están recibiendo el mensaje ético y pedagógico de que la educación sexual pone más el acento en artefactos y compuestos químicos que en la racional autocontención y sabia disciplina de instintos y apetitos? Y ese mensaje ¿cae en la competencia de un Ministerio de Salud Pública? La preceptiva constitucional que consagra el derecho preferente y deber de los padres de familia de educar a sus hijos, obligando al Estado a otorgar especial protección al ejercicio de ese derecho, está siendo sobrepasada. Salud parece confundir preservantes con preservativos.

 

 

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por Revista Humanitas, www.humanitas.cl.