La clase política está siendo complaciente frente a una manipulación de la izquierda más extrema

Sergio Melnick | Sección: Educación, Política

El martes pasado, 70 mil personas marcharon por las calles de Santiago. Ese mismo día en la noche otros tantos santiaguinos salieron a las calles, jardines o balcones y golpearon sus ollas y cacerolas en señal de protesta por la calidad de la educación.

La situación ha sido seguida de cerca por el economista y analista Sergio Melnick, quien dice tener clara la razón de estos movimientos: “Los líderes juveniles que realmente mandan son miembros del Partido Comunista”, dice a “El Mercurio”. A su vez, desestima la importancia de los cacerolazos y cree que en 2012 el Gobierno repuntará.

-En su opinión, ¿a qué responde el fenómeno de los cacerolazos que está ocurriendo en Chile?

-Para una población de 17 millones, un par de miles de cacerolazos es francamente irrelevante. Los jóvenes ni siquiera saben que las cacerolas se iniciaron contra la Unidad Popular porque no había alimentos, que no es el caso precisamente hoy. El PC es el que quiere nacionalizar el cobre y cambiar la Constitución. Pero para la gran mayoría del país no parece ser un tema relevante si miramos la encuesta CEP. La mayoría ni siquiera quiere educación pública. Si 20 años de Concertación generaron este descontento, que no se manifestó en ese tiempo, son ellos mismos los que protestan por lo que simplemente no fueron capaces de hacer. Ninguno de los problemas por los que reclaman se inició en forma reciente. La clase política en su conjunto está fallando, y está siendo complaciente frente a una abierta manipulación de la izquierda más extrema, que tiene un brazo político y otro extremista. Los países requieren líderes claros, y éstos no han sido capaces de orientar a los jóvenes, que son precisamente sólo jóvenes. Mark Twain sostuvo en una oportunidad que “él ya no era suficientemente joven para saberlo todo”.

-¿Cuál cree usted que es la razón de que se estén repitiendo tanto las marchas, manifestaciones y paros en Chile?

-Los líderes juveniles que realmente mandan son miembros del Partido Comunista. La prioridad para la señorita Vallejo no es la educación, es la política. Tiene su carrera congelada y querrá ser líder estudiantil por un par de años más. No parece aún entender ni siquiera la diferencia entre el Gobierno y el Estado, pero quiere dar cátedra de cómo debe ser la educación general del país.

-El líder del Colegio de Profesores es PC y racista. No tiene inconveniente en ponerse al nivel de los alumnos e instrumentalizarlos. La CUT en esencia es también del PC o socialista extrema. Son partidos que aún apoyan a Cuba como ejemplo de democracia. Los manifestantes apoyan la desobediencia civil, sus reales planteamientos son la nacionalización del cobre y una asamblea constituyente (la agenda Chávez), pero si observamos la encuesta CEP, no está en las prioridades de la mayoría.

-¿Qué es lo que puede o debiera hacer el Gobierno respecto de estas situaciones?

-El Gobierno debe dejar de ceder en todo y marcar una línea coherente de políticas. Sobre todo, recoger el guante de la educación como lo ha hecho, e ir más allá transformándolo en su gran legado. Las cosas realmente básicas son crédito fiscal en UF+0 para todos, y que elijan la institución que deseen, pagando un máximo del 5% de la renta y sin pagar si no están empleados.

-También debe cambiar la estructura de títulos de las universidades y pasar a un sistema de bachellor de 4 años con maestrías de especialización de 1 o 2 años, eliminar la PSU, aumentar en 10 o más las universidades, con dos de ellas estatales en regiones. Hay que apoyar a los estudiantes de 500 puntos para mejorar la escala social y llegar a 2 millones en educación post secundaria. Subir las exigencias a los profesores, dar becas a los buenos alumnos para que estudien pedagogía, cambiar el Estatuto Docente y mejorar las remuneraciones de los buenos. Hay que doblar el aporte en educación básica y media y mantener la municipalización, con un sistema de apoyo a las comunas débiles. Pasar de 60 a 100 liceos de excelencia. Crear un colegio virtual extraordinario que apoye a todas las escuelas del país. Dar un fuerte impulso a la educación preescolar gratuita a los pobres. Exigir accountability a las universidades estatales, y a las que reporten éxitos académicos premiarlas con recursos, transparentando los negocios de sus académicos. Crear la superintendencia de educación superior. Abrir formalmente el espacio a las universidades con fines de lucro.

-¿Cómo cree que evolucionarán estas problemáticas?

-La izquierda más radicalizada, liderada por el PC, buscará la desobediencia civil e intentará por todos los medios que el Gobierno tenga que recurrir a los militares para asociar su imagen a la de Pinochet. En forma paralela, seguirán elaborando la idea de una asamblea constituyente para plantear que la reforma total a la Constitución es la única salida. El curso de la situación económica mundial será un factor determinante en lo que pueda pasar. Pero el país, en sus aspectos fundamentales, funciona muy bien, por lo que la población empezará a resentir de forma creciente esta continua manifestación sin demasiado sentido, desde el momento en que el Gobierno no sólo no rechaza el tema, sino que lo promueve.

Nota: Esta entrevista fue realizada por Matías Bakit y publicada originalmente por El Mercurio.