HazteOír, la web del ciudadano activo
Equipo VivaChile | Sección: Educación, Familia, Política, Sociedad, Vida
“Ciudadano activo” es uno de los lemas de HazteOir.org, así lo explicaba Ignacio Arsuaga, presidente de esta plataforma de internet, el martes pasado en el Aula Magna de la Pontificia Universidad Católica, traído desde España gracias a las gestiones de MuéveteChile.
HazteOír es hoy un referente de la sociedad civil en Europa, y ha congregado a millones de voluntades en las marchas por la vida, la libertad religiosa y la familia.
El principio motivador de la iniciativa de HazteOír ha sido la preocupación por el papel activo que deben tener los ciudadanos que quieren tener una voz en la sociedad. HazteOír irrumpe en el mundo político, para desenmascarar “el asalto a la sociedad” que realizan los grupos “progre-laicistas”, desde una perspectiva cristiana del hombre, sin ser necesariamente un grupo confesional y dando una oportunidad a estos ciudadanos de que sean escuchados.
HazteOír pretende abrir los ojos a la sociedad, revelando un proyecto ideológico presente en la política y en la educación por parte del grupo laicista, y de esta manera denunciarlo. Así, Ignacio Arsuaga invita a no quedarnos en la comodidad de nuestro hogar viendo como se destruyen los principios fundamentales del bien común, dando un ejemplo de esperanza.
Esta institución se ha convertido en un diario informativo que da los soportes científicos y racionales para señalar el fracaso de las políticas públicas de estos grupos de gobierno con corte izquierdista, interviniendo en el debate público, y teniendo una repercusión incluso mundial, apareciendo en diarios tan importantes como el “Time” o el “The New York Time”, difundiendo la campaña de una manera realmente efectiva.
Se nos da entonces una invitación, a que como católicos, tomemos conciencia de que los laicos debemos ser sal y luz del mundo. Y a no desaprovechar la oportunidad que hoy nos brindan herramientas como los medios de comunicación, los medios electrónicos o internet. Estas son una posibilidad a la expansión de la defensa de la dignidad humana.
Debemos luchar en la protección de la sociedad, de la familia, del derecho de educar libremente a los hijos. En definitiva, luchar para proteger aquellos valores fundamentales que han permitido construir a las sociedades sanas. Ya que los laicistas, los relativistas, los feministas radicales, los representantes del lobby homosexual y los totalitarios, de toda clase y condición han avanzado muy rápidamente en las últimas décadas.
Debemos saber qué es lo que verdaderamente el discurso de estos grupos esconde, bajo cierta suavidad y terciopelo, palabras bellas como “progreso”, “tolerancia” y “democracia”. Palabras a las cuales se les ha vaciado de su contenido real y genuino, pero que emplean para camuflar la realidad del proyecto totalitario y tiránico con el que quieren dominar.
Es simplemente una orquestación estratégica internacional con una concepción antropológica “progresista”, “liberal” y “secularizada”, que en el fondo va dando paso a la cultura de la muerte, destruyendo la dignidad del ser humano.
HazteOír y MuéveteChile nos llaman en el fondo a estar alertas a la agenda de la cultura de la muerte que se está implantando en España y que en cierto grado también llega a Chile, la cual está echando por tierra a la familia y al ser humano desde su concepción.
No podemos pretender proteger a nuestros hijos dentro de una burbuja y pensar que nada les pasará, porque esta cultura anti-hombre penetrará igualmente en la familia para destruirla. Por esta razón es que debemos ser ciudadanos activos.
“Esperanza”, eso es entonces lo que nos ha querido transmitir Ignacio Arsuaga. Y eso es lo que se puede sentir, en el inicio de una relación estratégica pactada entre MuéveteChile y HazteOír, para congregar así a más ciudadanos que quieren una vida mejor para Chile.
Es posible batallar contra este grupo ideológico, basta simplemente aplicar el lema fundamental de HazteOír para tener éxito: “Nunca dudes que un grupo pequeño de ciudadanos comprometidos y reflexivos puede cambiar el mundo”.




