Mortalidad materna y aborto

Patricia Gonnelle | Sección: Sociedad, Vida

Chile acaba de recibir “The Internacional Protect Life Award” en nombre de muchas organizaciones que trabajan por la protección de la mujer, premio otorgado a Chile por ser el país con la más baja tasa de mortalidad materna en América Latina.

La mortalidad materna en los países en vía de desarrollo tiene aún, tasas altas por muchas razones que conocemos, pero tampoco se ha erradicado en los países desarrollados, a pesar de implementarse drásticas medidas y de presentar los derechos sexuales y reproductivos que disfrazan el aborto como opción necesaria para la mujer, la que aparece como víctima más de este sistema imperativo.

Le preguntamos a estas valiosas instituciones internacionales: ¿Cómo se pretende resolver la siguiente ecuación: tenemos tasas de natalidad por debajo de la tasa de reposición pero por otro lado hay implementar fuertes controles de natalidad, y “reducir el ritmo de crecimiento de la población mundial” tal como la ONU lo aconseja?

El aumento del control de natalidad y el uso de contraceptivos no ha significado una baja de la tasa de aborto sino todo por lo contrario. La tasa de aborto sigue en aumento en todos los países desarrollados. Por un estudio hecho sobre los últimos cincuenta años el aborto inducido pasó por 1 de cada 9,1 nacidos vivos antes de la legalización a una tasa de 1 por 3,4 nacidos vivos después de la legalización del aborto.

Tampoco se habla  del progresivo reemplazo de los abortos quirúrgicos por los abortos químicos y sus dramáticas consecuencias para la mujer. Los abortos químicos dejan a la mujer totalmente sola y desamparada frente a la terrible decisión de tener que matar a su hijo.

Tampoco se habla con claridad de las consecuencias que traen consigo el aborto inducido, por ejemplo, los incrementos del cáncer de mama, (eso debido a la interrupción abrupta de la maduración de los túbulos mamarios destinados a la lactancia), enfermedades de placenta, niños con bajo peso al nacer, pérdidas espontáneas, trastornos afectivos y psicológicos todo eso, síndrome post aborto, todo esto con un altísimo para el Estado. El testimonio de la Señora de Canadá que habló anteriormente es parte de una vida real de una mujer que nadie quiere ayudar y que sufre aun años después, del dolor de su pérdida.

Tampoco se habla en estas instancias de los costos del aborto: Los países pobres o en vías de desarrollo tienen entonces que enfrentar doble cargas económicas: la que se genera por los altísimos costos de la contracepción, también del aborto, otra por los costos de los problemas de salud que traen consigo estas políticas de control de natalidad.

Queremos sugerir a estas autoridades de desarrollar el concepto de Maternidad Segura, la que busca la protección de la mujer y del niño en el vientre de su madre. La maternidad segura no incluye el aborto seguro, que no existe nunca, legal o ilegal.

Muchas gracias

Nota: Este artículo corresponde al discurso de Patricia Gonnelle, en representación de ISFEM, en las Naciones Unidas.