Sea en Cuaresma o en Adviento, las noticias relacionadas con sacerdotes generan grandes reacciones. Los comentarios, foros y debates bullen de argumentos.

La cuarta película católica estrenada en cines de Chile, una cinta española de 82 minutos, trata, nada más ni nada menos que de un sacerdote. No del Papa, ni de un exorcista, ni un misionero, ni de un pederasta. De un cura común y corriente que trabajó con su comunidad así como trabajan día a día tantos curas en todo el mundo.

Más allá de los prejuicios que una película sobre la vida de un sacerdote pueda generar, las cifras de audiencia en España y Latinoamérica (seis meses en cartelera en el país ibérico y solicitada en más de 100 países) demuestran que la consecuencia  en el decir y actuar es un tema que atrae audiencia.

El director Juan Manuel Cotelo, periodista, realizador, guionista y actor –un comunicador con todas sus letras– nos invita a echar un vistazo profundo a alguien que él mismo se negaba a conocer, pero cuyo testimonio conmueve.

Pablo Domínguez Prieto era sacerdote, fue ordenado a los 24 años. En esta vocación centró su vida. Era un enamorado de Dios cuyo testimonio alegre de amor en lo cotidiano cambió a todos quienes lo conocieron.

En la película, a través de entrevistas y testimonios, nos vamos enterando de otras cosas: Pablo era además decano de la Facultad de Teología San Dámaso de Madrid. Doctor en Filosofía y en Teología, publicó 7 libros y decenas de artículos, impartió más de 50 conferencias.

Pero eso no es lo más llamativo, testimonios en primera persona nos cuentan que Pablo era alegre, humilde y sencillo. Era un buen escalador y montañista. Coronó todas las cimas españolas superiores a 2.000 metros y otras superiores en los Alpes y los Andes. Cada vez que le era posible, celebraba misa en la cumbre. Desde el Moncayo, última cumbre que le faltaba ascender y que le costó la vida, llamó a sus familiares para decirles: “He llegado a la cima”

Nuestra cima

La película nos lleva irremediablemente a una pregunta difícil, ¿Cuál es mi objetivo y qué hago por alcanzarlo?

No hace falta ser andinista para comprender lo que significa alcanzar una cima, lograr un objetivo anhelado, trabajar por conseguir una meta y cumplir lo propuesto. La diferencia es que Pablo Domínguez logró esto sirviendo a los demás y trabajando por la Gloria de Dios.

Esta película nos habla directamente, nos cuestiona y nos da esperanza. En un mundo convulsionado, obnubilado por la instantaneidad, un testimonio humilde brilla para mostrarnos la cima más alta.