Entrevista a Moisés Naím, analista internacional

Entrevista a Moisés Naím | Sección: Política, Sociedad

Como es de esperarse de uno de los analistas internacionales más importantes del mundo, Moisés Naím (1952) ha prestado especial atención a los sucesos ocurridos en Ecuador. El periodista y analista dejó huella como director de la emblématica revista Foreign Policy durante los últimos 14 años, la que dejó este año para unirse a un think tank como director y investigador. Desde su oficina en Washington DC, Naím analiza el actual clima político de la región.

 ¿Cuál es su análisis de lo sucedido en Ecuador esta semana?

Lo que queda por ver es si el Presidente Correa utilizará este golpe de Estado fallido para hacer correcciones que alivien las obvias presiones políticas en Ecuador. Existe un paralelo muy interesante entre el golpe de Estado fallido del 2002 al Presidente Chávez y éste al Presidente Correa. El Presidente Chávez, después del intento de derrocarlo, que también comenzó con un motín y con disturbios callejeros que fueron escalando, transformó ese golpe de Estado, a su regreso al poder, en una herramienta para ser muchísimo más amenazante y fuerte en cuanto a su presión hacia la oposición. Queda por ver si el Presidente Correa va a utilizar este campanazo, para hacerse aún más fuerte en sus ataques hacia la oposición política, o si lo va a utilizar para crear un clima de distensión entre él y sus enemigos.

¿Estaba en sus cálculos una situación como ésta en Ecuador?

Creo que no estaba en los cálculos de nadie una situación como ésta, y de esta manera. Estaba en el aire que el Presidente Correa -al igual que los presidentes Chávez, Ortega, Morales, además de la Presidenta Fernández- ha tenido un estilo furibundo de promover la polarización y división en su país. El factor común en la manera y el estilo político de gobernar de estos presidentes ha sido el de tratar a sus rivales políticos como enemigos mortales. Todo esto crea un ambiente de conflictividad, crispación y conflicto, que lleva a situaciones como las que hemos visto en Venezuela, como las que hemos visto repetidamente en Bolivia, y por supuesto, en Argentina.

Me gustaría que se ampliara en la sensación que le produjo la reacción de los gobiernos latinoamericanos a la crisis ecuatoriana…

Hicieron todo lo posible. Compare esta reacción con la que hubo en el caso de Honduras. La región habló como una sola voz, con muchísima claridad y velocidad. Los presidentes García y Santos, inclusive, que han tenido fricciones con el Presidente Correa, las dejaron de lado para apoyar al Ecuador.

¿Cree que la situación institucional actual de Latinoamérica sigue siendo susceptible a este tipo de crisis en general?

No lo creo, lo veo. Ya no existe la proliferación de dictadores que había en el pasado, pero hay situaciones que generan un ambiente altamente volátil desde el punto de vista político. Y hay que recordar que tanto el caso de Venezuela y sus elecciones recientes, como lo que sucedió en Ecuador, están directamente relacionados con el mal manejo económico de los presidentes Chávez y Correa. A pesar de que ambos países exportan petróleo, sus economías están muy limitadas por sus malas políticas que han espantado a los inversionistas.

¿Qué le parece la actual situación de Venezuela, sobre todo después de los resultados en que Chávez pierde el control del Congreso?

Hay que ver si el Presidente Chávez respeta la voluntad del pueblo o si, como lo hizo en elecciones anteriores, simplemente las manipula. Hubo elecciones hace poco en las cuales los votantes escogieron alcaldes y gobernadores que no eran del partido de Chávez. Inmediatamente después de esa elección, se procedió a quitarles a esos alcaldes, incluyendo el alcalde de Caracas, todas la atribuciones: les quitó el presupuesto, la policía, las responsabilidades, el funcionamiento y los despojó de la capacidad de funcionar. Está por verse si el Presidente Chávez va a respetar la voluntad popular. De aquí a enero, él tiene la mayoría en la Asamblea, y puede pasar leyes que le permitan gobernar por decreto. De ser así, estaríamos hablando de un sistema político que no contiene los controles de una democracia, la que ha estado truncada en los últimos años del gobierno de Chávez.

¿Cómo ve el rol actual de Chile en la región, con un Presidente como Sebastián Piñera?

El Presidente Piñera tiene una oportunidad extraordinaria: su primera prioridad es atender los asuntos de Chile tras el terremoto. Pero el país tiene una dimensión internacional importante. El canciller Moreno es un buen canciller, al igual que el ministro de Hacienda, que tiene credenciales muy conocidas internacionalmente. Es decir, tiene un equipo internacional bueno. Ahí, el Presidente va a tener varios interlocutores muy interesantes, y su tema va a ser crear alianzas dentro de la región con presidentes que tengan una fuerte vocación democrática. América Latina hoy en día no está dividida entre derecha e izquierda, está dividida entre presidentes que no respetan la democracia y presidentes que son profundamente democráticos.