Miguel Kast y la red de protección social

Oscar Muñoz Villegas | Sección: Política, Sociedad

07-foto-1-autor1Al cumplirse 26 años de la partida del Ministro del Odeplán Miguel Kast Rist, y debido a que últimamente la Red de Protección Social se ha convertido en una poderosa arma para paliar los efectos adversos de la Crisis Económica Subprime, y además como vía de aumentar la adhesión electoral del Gobierno presidido por la Presidente Michelle Bachelet Jeria; además, que esta política pública no es la mejor vía para salir de la condición de pobreza, ni mucho menos para incentivar el desarrollo de los bienes inmateriales o los valores superiores de las personas (Kast, 1980) es necesario reflexionar sobre las políticas de protección y algunos conceptos utilizados por el servidor público anteriormente mencionado.

Para comenzar a analizar la pobreza es necesario aproximarnos a una definición o concepto sobre la misma ya que no todos los especialistas la definen o comprenden de una misma manera. Como se entiende de distintas formas, también existen diferentes vías de medirla o cuantificarla.

Para Matte y Camhi (2006) Chile se ha avanzado en la lucha contra la pobreza. Los más pobres hoy día tienen un mejor nivel de vida: son más educados, sus ingresos han aumentado, y el nivel del equipamiento de los hogares, lo que indica que el camino que seguido es correcto y que las políticas diseñadas han sido adecuadas. Sin embargo, a la luz de las nuevas características que presenta la pobreza, hay ciertos aspectos que debieran ser promovidos con mayor énfasis en las políticas públicas.

Por ejemplo debemos considerar que hay puntos muy relevantes que no se consideran en las mediciones, que son atributos inmateriales de las personas o valores superiores del ser humano, que están intrínsecamente ligados con su desarrollo y por ende con la superación de la pobreza.

Ya nos dijo el creador del Mapa de la Extrema Pobreza en Chile y Ministro del Odeplán, y del Trabajo, Miguel Kast Rist (1980) que, “no es el desarrollo en sí mismo el que se persigue, sino que este desarrollo está concebido como medio para alcanzar los valores superiores del hombre. Por lo tanto es tan importante, lograr el desarrollo como conseguir que todos y cada uno puedan disfrutar de él.”

07-foto-2Lo que Miguel Kast afirmaba en 1980, lo confirman las investigadoras Matte y Camhi del Instituto Libertad y Desarrollo, 26 años después. Para Camhi y Matte (2006) no basta para superar la pobreza sólo con mejorar los índices macroeconómicos o la Red de Protección Social del Estado, también es necesario cultivar valores humanos como la disciplina, la autoestima, la perseverancia, y la responsabilidad, que son fundamentales para la superación personal, laboral y social.

“La investigación reciente nos muestra con claridad la importancia que reviste la educación prebásica y los primeros cuatro años de la educación básica como sustento, para desde ahí construir, no sólo las habilidades cognitivas, ligadas a la inteligencia, sino también las no cognitivas como la disciplina, la autoestima, la perseverancia y la responsabilidad, todos ellos elementos comprobados para tener éxito, no sólo en el mundo laboral, sino también en el social y ciudadano. Es en estos dos ámbitos, familia primero y escuela después, donde se inicia hoy el círculo cerrado de la pobreza.” (Matte L., Patricia y Camhi P., Rosita. 2006. )

Por eso es necesario fortalecer las familias, y contribuir a la formación de los valores anteriormente mencionados en campañas gubernamentales y municipales, para tener impacto nacional y local, por medio de la educación pública y de programas de difusión en los medios de comunicación masivos, como la televisión, la radio, la prensa e Internet. También desde el punto de vista privado es necesario incentivar a los empresarios a contribuir económicamente con estas iniciativas e ir incorporando mensajes persuasivos y atrayentes de manera solapada o directa en los comerciales de sus productos o servicios.

Además, se necesitaría la cooperación de los colegios privados y subvencionados para mancomunadamente crear en la opinión pública una necesidad imperiosa de cambio de actitud interna, en el alma y la mente, para poder derrotar la pobreza en nuestro país.

Otro punto importante es el no confundir la vulnerabilidad de las personas con la pobreza. “El concepto de vulnerabilidad debe manejarse con precaución, ya que una dimensión de posible vulnerabilidad por sí sola no siempre está asociada a una situación de pobreza. Muchas veces se relaciona vulnerable con pobre, en circunstancias que en el primer caso se trata principalmente de carencias parciales mientras que en el otro de carencias multidimensionales.” (Instituto Libertad y Desarrollo. 2006. Estado de Bienestar: ¿Olvidándose de los pobres? N° 793)

07-foto-3Por tal razón es que es necesario potenciar el capital social de las personas a través del núcleo fundamental de la sociedad, la familia, que a su vez es un modelo de intercomunicación e interrelación de valores y prácticas con otras familias, y con el resto de las sociedades intermedias de la nación.

“Por lo tanto, una forma más eficaz de tender a la superación de la extrema pobreza es trabajar a nivel de la familia que es uno de los facto-res más influyentes en el proceso de potenciación del capital social, dado que se trata del núcleo primario de generación de confianza, siendo además un modelo de socialización, y reproducción de valores y prácticas.”

De acuerdo al estudio, otro punto relevante, es adecuar una red de protección social eficaz, que no sea pensada desde la jerarquía del aparataje de ingeniería social, sino desde las bases sociales, desde las personas, sus problemas concretos y reales, para que eficiente y efectivamente sean beneficiadas las personas.

Entre las formas concretas de ayuda, es el potenciamiento de las propias habilidades y capacidades de las personas que viven n la pobreza fomentando su autoestima, y entusiasmándolos a mejorar sus competencias para trabajar, estudiar, perfeccionarse y emprender.

“Se hace necesaria la búsqueda de programas sociales cada vez más cercanos a las personas y familias necesitadas, que los ayuden a mejorar sus habilidades y competencias para trabajar, como la educación de calidad, capacitación, programas de microemprendimiento.”