Silencios sospechosos en España: el caso de las matanzas de Katyn

Daniel Arasa | Sección: Arte y Cultura, Historia, Política

11-foto-1-autorCuando se cumple el 70 aniversario del inicio de la Segunda Guerra Mundial, la televisión oficial rusa ha echado leña al fuego presentando a los polacos como aliados de Hitler. Los autores de dicho reportaje han vuelto a la vieja propaganda soviética. Me ha traído a la memoria, y perdonen que me autocite, que hace más de 20 años estaba recopilando información para el libro Los españoles de Stalin y en las entrevistas que mantuve con españoles que habían combatido contra los alemanes formando parte del ejército o de la guerrilla soviética algunos me comentaron que los guerrilleros polacos eran aliados de los nazis. Era una intoxicación de la propaganda estalinista, pero se la creían y la difundían. Los hechos, sin embargo, son bien conocidos: el 1 de septiembre de 1939 Hitler invadía Polonia y unos días más tarde los soviéticos hacían lo mismo desde el Este, y ambos se repartían el país.

Este apunte de actualidad lleva a recordar y deplorar la tan frecuente manipulación de la historia. De forma bastante directa tiene relación con un film que se proyectará próximamente en Barcelona sobre un acontecimiento especialmente criminal de la Segunda Guerra Mundial, el de las fosas de Katyn, de las que fueron protagonistas polacos y rusos.

El próximo día 16 de septiembre, en la Universidad Abat Oliba CEU, se celebrará un acto co-organizado por la Universidad, el consulado polaco y la Associació CinemaNet con la proyección de la película Katyn. Irá acompañada de las explicaciones y análisis del cónsul de Polonia en Barcelona, Marek Pernal, el vicerrector de alumnos de la UAO, Marcin Kazmierczak, y el que suscribe este artículo como profesor de la Universidad y director de CinemaNet, Daniel Arasa.

Aunque están invitados cuantos deseen asistir por ser un acto abierto y gratuito, el objetivo básico de publicar este artículo en ForumLibertas.com no es el anunciarlo. El núcleo va más al fondo que dar a conocer una actividad puntual, por muy interesante que sea. Se trata de cuestionarse por qué en España por el momento no se ha difundido aquella película a pesar de que fue terminada hace tres años y es obra de Wajda, uno de los más destacados cineastas polacos. O por qué casi nadie en España sabe lo que fue Katyn mientras ha visto repetidamente en televisión y en otros medios de comunicación reportajes de muchas masacres de la Segunda Guerra Mundial. El acto anunciado viene a llenar un vacío.

Los hechos de Katyn

11-foto-21En abril de 1943 desde Berlín se lanzó al mundo la noticia de que las tropas alemanas habían descubierto en los bosques de Katyn, en la URSS, unas fosas con los restos de miles y miles de oficiales polacos que habían sido asesinados por los soviéticos en la primavera de 1940. Habían caído prisioneros en septiembre del año anterior cuando la URSS invadió la parte oriental de Polonia.

Katyn significó, más allá de la propia tragedia de la masacre, una gran maniobra política. Toda la propaganda alemana se volcó en el intento de enfrentar a los ingleses y americanos con los soviéticos. Goebbels y el ministro de Asuntos Exteriores Ribbentrop trataron de clavar una cuña que rompiera la alianza entre sus adversarios. Por su lado, Stalin y los suyos maniobraron y culparon a los nazis de tales asesinatos. Finalmente, Churchill y Roosevelt echaron tierra encima y olvidaron el hecho. No les interesaba.

Finalizada la Guerra Mundial persistió durante décadas la versión soviética, hasta el punto que los verdaderos verdugos rindieron homenajes a las víctimas, siempre imputando a los alemanes la autoría de la masacre. No sería hasta la llegada al poder de Gorbachov, y luego de Yelsin, que se reconocería que fueron los soviéticos los culpables del masivo asesinato.

Diferentes varas de medir

11-foto-3Wajda, el director de la película, era hijo de uno de los asesinados en Katyn. Durante muchos años guardó silencio aun teniendo en el corazón la idea de dedicar un film a la masacre. Ya en el ocaso de su vida quiso hacerla. Era un homenaje a su propio padre y a todos los que como él murieron.

Desde el punto artístico y técnico cinematográfico es muy buena película. Como documento histórico, muy válida. Como medio de difusión de un atropello a la dignidad de la persona, extraordinaria. Su director es muy prestigioso y conocido. Entonces ¿cómo es posible que en España no se haya proyectado y también que haya sido mínima su difusión en otros países europeos?

Planteemos la cuestión desde otra óptica. Si los autores de los asesinatos hubieran sido los nazis, que tantos crímenes cometieron, ¿se habría difundido? No ofrece dudas. Basta observar lo ocurrido con sus masacres o atropellos: amplia proyección en los cines, información y comentarios generalizados en la prensa, televisiones que dan avances, autoridades en las premières, cadenas de televisión que las emiten una y otra vez cuando ha pasado el período de explotación inicial, etcétera.

Cuando los culpables son Stalin y los suyos, silencio absoluto. No sólo por parte de algunos medios, o de alguna red de cines, que sería comprensible, sino de manera generalizada. La indulgencia con el comunismo y sus líderes es prácticamente total. En España y en algunos otros países. El caso de Katyn es uno más, porque las víctimas mortales de los Estados comunistas fueron decenas de millones y cientos de millones más vivieron oprimidos durante muchas décadas.

No es una cuestión planteable sólo desde una óptica política, sino de concepción antropológica. Y también de las estructuras de la información y de los medios de difusión cultural. ¿Quién controla en España gran parte de los medios de producción y difusión de la cultura? Y, en concreto por el caso que nos ocupa, el mundo del cine. El audiovisual tiene una influencia decisiva en la mentalidad, principios y formas de actuar de las personas.

Conseguir un cine y una información que no estén adulterados en sus fuentes es clave para mejorar la sociedad. Vemos lo poco que da de sí en positivo el cine español actual. El ejemplo de Katyn evidencia, además, como se realiza el filtraje del que llega de fuera, quizás con excepción del cine norteamericano porque son ellos quienes imponen condiciones.

A raíz de lo anterior, surge otra cuestión: ¿Qué hacen las personas impregnadas del humanismo cristiano para estar tan ausentes del mundo cultural, y específicamente, del cinematográfico?




Nota: Este artículo fue publicado originalmente por Forum Libertas, www.forumlibertas.com.