Querer es poder

Juan Yutronic P. | Sección: Nos han escrito

Escándalos tras escándalos, ya no quedan rincones en que no veamos semanalmente irregularidades o hechos apartados de la ética o de las buenas costumbres simplemente.

Incluso existen encuestas o porcentajes acusatorios de cuánto es el porcentaje de pérdidas por concepto de estafas al interior de las empresas. Los resultados cada día aumentan y podríamos decir que son desastrosos. Porcentajes del sector público, creo, no se han tabulado. Me imagino que debe ser similar o superior al de las empresas privadas.

Voy a ejemplarizar algunos casos. Ayer decíamos sin temor a nada, que el secreto bancario debería desaparecer; que no hay motivo alguno de pensar que es malo entrometerse en la privacidad de las personas. Creo que sí es pecaminoso, pero bien, aceptemos que es así.

Hoy, que se pretende transparentar las rentas del sector público, se escuchan voces de sirenas por doquier, porque se estaría rompiendo la privacidad de sectores “estratégicos”. Se refieren a Codelco y Televisión Nacional de Chile, a quienes se les solicita declaren las rentas de sus altos ejecutivos. ¿Cómo es la cosa? En el secreto bancario y otras hierbas…. es correcto y no hay nada malo, en lo de las empresas públicas, sí. Bonita la transparencia a la que apuntamos como país.

Hoy, gran escándalo por las licencias médicas, que todos sabemos que ocurre, menos las autoridades encargadas de fiscalizar estas irregularidades que provocan tanto daño en la producción nacional y más que nada, por el ejemplo paupérrimo que le damos a nuestros progenitores. “Ay que prensa más copuchenta….. dirán…….. Qué de malo es”.

Yo quedo desconcertado al saber que un par de médicos, que supuestamente deben mantener una ética a toda prueba, lleguen a caer en estos vicios por ganar unos pesos más, de una forma absolutamente ilícita.

No culpo de ello a las universidades, sí a sus familias en donde, aparentemente no les enseñaron que hay cosas que se pueden hacer, pero jamás se deben. Por parte del usuario, de qué me sorprende si ya la palabra DEBER NO EXISTE, menos podemos aspirar al concepto de los deberes u obligaciones que en muchas partes ya no se usa, o de suceder así, lo hacen de soslayo.

En estos días de fiestas patrias me acordé de la petición que hiciera no hace mucho, Monseñor Goic, quien llamaba a ser austero en el gasto de propagandas electorales. Correcto, debiera ser así. Hoy quisiera escucharlo pedir lo mismo a las autoridades de Gobierno que tuvieron un gasto no menos considerable en la celebración patria durante actos culturales, pero Dios me libre, todo el día prácticamente. No digo que sea malo, pero sí, que miremos los gastos de dónde vengan con la misma mirada crítica de aprobación.

Se dice que los gastos en donde se detallan las obras del actual Gobierno están previamente incluidos en el presupuesto anual. ¿Pero cuántas cosas más productivas o de servicio social se harían con ese mismo dinero? ¿O no es el recaudo de los chilenos el que se está utilizando?

¿Es necesario resaltar todo lo bueno que se ha hecho? La gente emite el voto posteriormente basado en las obras y en el proceder.

Lo que escucho de la gente es, más seguridad, menos narcotraficantes que se han apoderado de los barrios, más empleos señores, no dádivas permanentes.

Termino mi crítica a hechos que no creo que sean del agrado de la mayoría. Se invita, buscando “fórmulas legales” a ciertas personas que postulan a la Presidencia de la República. Cuidado, que la Contraloría dice lo contrario. Pero en fin, luego que el candidato oficial de la Concertación dice……..no tengo idea…. yo no me meto en esta organización…… y usando el sentido común, decide no asistir, porque no queda duda alguna que la medida adoptada por las autoridades tenía cierto aire de discriminación.

En resumen. ¿Podemos aspirar a ser prudentes, fieles representantes de una tan “aclamada democracia”, que se actúa lejos de persecuciones si vemos que cada día, privados y públicos, andamos buscando “vericuetos” como para demostrar que no vamos para el mismo lado, que no buscamos vivir en un país que nos una?……. Muy por el contrario, cada día hay más elementos que nos desunen.

Espero, sanamente, estar contribuyendo para que estas situaciones, que en nada nos prestigian, desaparezcan de nuestras mentes.

No tratemos de torcer la nariz a la realidad. Gobierne quien gobierne, nuestra convivencia nacional debiera seguir siendo igual. Para que aquello suceda hay que demostrar voluntad cívica, madurez política y el “Querer es Poder”.

Juan Yutronic P.