Me hace mucha gracia la educada ironía de Gonzalo Rojas.

Pero si nos remontamos a la historia de lo que ha sido el actuar de este partido en Chile, siempre ha sido así. Lo nuevo es que ahora lo hace en forma más desembosada, o porque con muchos más medios de comunicación, ahora todo el mundo se entera.
El año 1964 yo tenía siete años, pero recuerdo que ya en tiempos previos a la elección presidencial de ese año, los izquierdistas los llamaban “cabezas de goma” o “corderos vendidos”, y aún con mis cortos años de entonces, podía entender que estos apodos no eran precisamente un elogio.

Hija de un padre de condición económica y social muy humilde, militante del partido comunista hasta el 11 de septiembre de 1973, y que gracias a Dios no volvió a serlo, siempre he mirado con mucha atención la falta de concecuencia de todos los partidos políticos chilenos, especialmente cuando se trata de los valores cristianos que dicen profesar, o cuando tratando de conseguir los votos de los más humildes, no tuvieron ningún pudor en engañarlos.

Estaría muy bueno que este partido volviera a cambiar de nombre, que de demócratas les queda ya muy poco y de cristianos nada.

Don Eduardo Frei es el fiel reflejo de lo que ha sido la democracia cristiana, que cuando le convenía que hubiera golpe de estado, estuvo de acuerdo, pero cuando dejó de convenirles porque sus partidarios no estarían entre los que ostentaban el poder, entonces resultó que ya este no era bueno.

Ahora hay que hacerle al new age, al “progresismo”, a la píldora del dia después o al aborto. Hay que tener “mentes abiertas a nuevas formas de pensamiento”, “total”, allí puede encontrar más votos.

Así han sido siempre los democrata cristianos.

Antonia