Las raíces de la tiranía venezolana

Carlos A. Casanova | Sección: Política, Sociedad

08-foto-1Estimados editores de Vivachile.org:

Como saben, soy asiduo lector de su resumen de noticias y, además, he contribuido frecuentemente con artículos. En esta ocasión querría sólo replicar al señor Andrés Stark Azócar, y su artículo “Remiendos nuevos para un vestido viejo: el ‘fenómeno Chávez’”, publicado en el resumen del 14 de agosto. Esta pieza se refiere a las causas del “populismo” de Chávez, pero me parece que deja al margen no pocos puntos importantes sobre la materia.

Para poder traer esos puntos a la luz es preciso señalar que en Venezuela no hay una “tiranía de las masas”. Sí hay una tiranía totalitaria que tuvo su inicio en una elección en diciembre de 1998 y que, inmediatamente, pasó a controlar absolutamente los organismos electorales, los escrutinios, los sistemas de campaña, etc., de modo que el pueblo no tiene ningún poder real, tal como, hace más de veintitrés siglos, explicó Platón que ha de pasar en toda tiranía. Por otra parte, la clase dirigente venezolana no es la misma hoy que fue antes de Chávez. La tiranía totalitaria ha barrido a la clase dirigente tradicional venezolana. Además, en Venezuela ya no se habla de democracia liberal, con una economía estatista, sino que se habla abiertamente de comunismo.

En Venezuela había “democracia liberal” con economía en parte estatista desde 1958 y hasta la elección de 1998, pero esto no nos dice nada acerca de las causas por las que Chávez llegó al poder en esa elección y se consolidó después de ella. Para comprender el fenómeno del surgimiento y consolidación de Chávez en toda sus trágicas dimensiones, debemos conocer algo de la historia anterior. Venezuela contó con regímenes republicanos en el sentido de Cicerón durante todo el siglo XX tras la muerte de Gómez y hasta 1998. Eso quiere decir que la clase dirigente se preocupaba de modo principal del bien común. Esto fue así aun durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez (sin entrar en precisiones: 1948-1958). Por eso, en Venezuela la educación era gratuita y muy buena, desde la primaria o básica hasta el fin de la Universidad. Por eso, existía un buen sistema de salud pública, y gratuita. Por eso, se habían erradicado las enfermedades endémicas hasta 1998. Por eso, se construían viviendas populares en abundancia. Por eso, se había hecho la reforma agraria en los 60. Por eso, cualquiera podía surgir desde el barrio o pueblo más pobre hasta la Presidencia de la República, por ejemplo. Por eso, aun en los años 90, Venezuela era prácticamente autosuficiente en materia agrícola (importaba un 45 por ciento del consumo, pero no lo indispensable), tenía un comercio internacional no petrolero sólido, se estaba convirtiendo en una competencia importante en todo el Caribe para las empresas de otras nacionalidades, poseía un nivel impresionante de investigación científica en diversas áreas (entre las cuales, principalmente la petroquímica y otras relacionadas con el negocio petrolero), etc. Por todo esto Venezuela era un paraíso para los perseguidos políticos de todo el mundo y, aunque no lo sabíamos los venezolanos, un paraíso también para nosotros.

08-foto-21Es cierto que a partir de los 80 se empezó a notar una crisis. Pero el señor Stark no señala como supuesta causa de la misma sino la abundancia petrolera. Por eso nos vemos forzados a añadir otras:

(1) La educación media y básica disminuyó considerablemente en calidad desde 1982, más o menos, cuando Rafael Fernández Heres prohibió que dieran clases en esos niveles quienes no ostentaran un título de licenciado en educación. –Hasta entonces, muchos matemáticos o ingenieros o médicos, etc., daban clases gratuitamente o por salarios simbólicos y transmitían un saber con frecuencia excelente. Desde entonces, ciertas sociedades secretas y ciertos cuerpos burocráticos fueron apoderándose de la educación media y básica, en desmedro de la calidad.

(2) Por otra parte, los medios de comunicación social iniciaron una campaña de desprestigio de la clase política que tuvo efectos devastadores, y que no se detuvo hasta recientemente. Quizá la injusta confiscación de Radio Caracas Televisión constituya una némesis histórica que no ha tocado aún, sin embargo, a los Cisneros, empresarios extranjeros en realidad, arrimados al árbol del poder –arribistas que nada tienen que ver con las clases dirigentes tradicionales de Venezuela.

(3) La Banca Internacional, como es sabido, colocó créditos en todos los países iberoamericanos por medios nada morales, tales como el soborno de funcionarios, y luego ha hecho cargar a sus víctimas, que no son esos funcionarios, con el estigma del delito que ella misma ha cometido. En los tiempos posteriores inmediatos a las Guerras Médicas, ni Temístocles ni Pausanias, los generales griegos vencedores, se resistieron al poder financiero del imperio persa. ¿Es esto signo, acaso, de que Grecia era una civilización fracasada y poseída por un destino fatídico? Obviamente, no. Es signo sencillamente de que es muy difícil que un país pequeño pueda enfrentar en el largo plazo a un gran poder financiero empleado en tratar de sojuzgarlo. Venezuela incurrió en una deuda externa de 30.000 millones de dólares y desde los años 80 pagó tres veces ese monto sin nunca pagar el capital. Este verdadero impuesto imperial causó un desequilibrio presupuestario que podemos decir, sin embargo, que durante el segundo gobierno de Rafael Caldera (1993-1998) estaba en vías de solución: con el barril de petróleo a 7 dólares, este Presidente disminuyó la deuda a 26.000 millones y expandió nuevamente los programas sociales. Aun así, el Fondo Monetario Internacional, los “economistas liberales” (también “venezolanos”, como Moisés Naim), los medios de comunicación social, etc., tomando ocasión, entre otras cosas, de los acuerdos que Venezuela no quería firmar con ese Fondo, organizaron un coro durante este último gobierno que, unida a la ya vieja campaña de los medios a que he aludido, llevó a muchos venezolanos a pensar que nuestra Patria era la escoria del mundo. No es poca la semejanza con lo que ocurrió en Rusia al comienzo del siglo XX, tal como lo cuenta Solzhenitsyn en su obra The Red Wheel.

¿Hubo corrupción en Venezuela? ¡Desde luego que sí! ¿Dónde no hay corrupción? ¿En Estados Unidos? Averigüe el lector quién construyó el Big Dig de Boston, de qué se le acusa, y a quién se dieron las concesiones para la reconstrucción de Iraq, por ejemplo. Averigüe también qué es el lobbying. La corrupción no fue la causa de la tiranía totalitaria de Venezuela. De hecho, no hay pueblo que merezca una tiranía totalitaria. Éstas de ordinario se instalan por la acción de sociedades secretas con apoyo financiero y logístico internacional, y el caso de Venezuela no fue una excepción. Chávez pertenece a una camada de infiltrados en las Fuerzas Armadas en los años 70, cuando Castro (en consejo con otros poderes comunistas internacionales) decidió cambiar su estrategia contra Venezuela, el país que derrotó cada uno de sus intentos de convertir al Caribe en un Mare Nostrum cubano-comunista.

08-foto-3He ahí algunas de las causas del surgimiento de Chávez. En cuanto a su consolidación, es sin duda “inexacto” afirmar que el pueblo de Venezuela es un pueblo cobarde y corrompido, y que por eso Chávez ha permanecido en el poder. El pueblo de Venezuela luchó denodadamente por varios años contra la tiranía. Demostró un valor admirable. Chávez ha matado a decenas de miles de personas, y esto es algo que he mostrado de la única manera que puede mostrarse, en otro lugar. Solamente en la pequeña Ciudad Guayana, y en un sindicato, el de la construcción, en el año 2006, hasta febrero del 2007, murieron más de 130 dirigentes sindicales, todos por “crímenes pasionales”. Los últimos años han sido fecundos en héroes venezolanos. Lo que en realidad ocurrió en Venezuela, las razones por las que Chávez ha continuado en el poder, pueden resumirse apretadamente así:

(1) Los militares no se atrevieron a derrocar a Chávez, cuando pudieron, por temor a que les ocurriera lo mismo que a Pinochet cuando derrocó al tirano comunista de Chile. En nuestros días, con el control de la prensa internacional que tienen los socialistas y sus aliados, no basta la virtud ordinaria de los militares para defender la integridad de su Patria ante un tirano totalitario como Chávez: hace falta una virtud heroica, prácticamente la santidad que Jesús exigió a Pedro en el Huerto, para arriesgarse a morir por un pueblo con el convencimiento de que, si tiene éxito, un día su nombre se verá vilipendiado y su libertad encerrada, también por aquellos mismos que salvó de la tiranía. Honduras parece estar mostrando tener soldados de este talante. Pero vea, señor Stark, la reacción internacional, de CNN, del Departamento de Estado, y juzgue cuáles poderes quieren a Chávez y sus aliados en el poder. Muchos militares venezolanos no mostraron la clase de virtud necesaria, y los que la mostraron murieron a manos de los agentes secretos al servicio del chavismo, que son en su mayoría cubanos. El propio Chávez declaró hace un par de años que había en Venezuela 30.000 cederristas cubanos. A la luz de lo que veo a mi alrededor, incluidos ciertos análisis sobre las nuevas tiranías iberoamericanas, tengo fundado temor de que Chile vuelva a vivir el año 70, pero ya no viva el 73.

(2) El gobierno logró infiltrar la oposición civil y militar y expandir un discurso pacifista que sirvió de narcótico y que, junto con la esperanza del referéndum revocatorio, permitió al gobierno liquidar muchos de los más prudentes adversarios. Cuando otros vinieron a despertar de ese narcótico, después de muchas muertes de hombres de una valentía inusual, como Ángel Ciro Piedreañez; después del desengaño que produjo la traición de instituciones internacionales en que locamente se puso una esperanza (como el Centro Carter), cuando otros despertaron, digo, ya era tarde. Mientras todavía era oportuno, yo mismo traté de hacer ver que el pacifismo era locura, fui marginado por ciertos personajes de la oposición y fui amenazado por funcionarios del gobierno, y me vi forzado finalmente a dejar mi Patria, pues como filósofo pensé que no me era adecuado tomar las armas. Pero yo mismo no digo que esos que no me oyeron estuvieran despojados de virtudes cívicas. Muchos dieron su vida. A Venezuela (ni a Colombia, dicho sea de paso) no le han faltado mártires en los últimos años (muchos han muerto por la Fe, como el P. Jorge Piñango, y otros varios sacerdotes, cuyo carácter de mártires no se podrá probar ante el Derecho Canónico, porque el gobierno ha planeado las cosas de esa manera. –Pero, por eso mismo, son mártires más heroicos que otros, de los que se pueden escribir Actas).

08-foto-0-portada1El mundo entero, no sólo Iberoamérica, está caminando hacia el totalitarismo. Unos por la vía descrita por Aldous Huxley en Un mundo feliz, otros por la vía descrita por George Orwell en 1984. Necesitamos personas que estén atentas a los avances de este movimiento totalitario, que nos señalen los métodos o instrumentos que usa y que nos despierten de la modorra en que nos hallamos. No me parece una táctica adecuada de resistencia el contribuir a la siembra del pesimismo cultural que es la antesala de las revoluciones: si se afirma que la clase dirigente latinoamericana está corrompida y alejada de las masas, si incluso la tiranía totalitaria de Chávez no es más que un “remiendo nuevo para un vestido viejo”, parecería que una revolución puede ser la respuesta adecuada a la crisis que emerge del subconsciente de las naciones latinoamericanas. Más bien me parece que el señor Stark y todas las demás personas de buena voluntad deberían luchar contra quienes quieren grabar ese cliché sobre las mentes de las futuras víctimas de una tiranía totalitaria.