Restaurada imagen de la Virgen del Carmen

Redacción | Sección: Historia, Religión

07-foto-11Tras un largo trabajo que fue liderado en el Centro Nacional de Conservación y Restauración por Mónica Bahamóndez y Lilia Maturana, jefas de los laboratorios de monumentos y pintura, finalmente fue presentada al público la restaurada imagen de la Virgen del Carmen, totalmente quemada durante un ataque ocurrido en abril de 2008.

La reparación de la imagen construida en el siglo XIX, tardó un año y dos meses y en el trabajo participaron un total de 24 profesionales chilenos y extranjeros, que se preocuparon de igualar la calidad de la original.
La restauración pudo ser realizada además gracias al aporte de cientos de fieles que entregaron los recursos para los materiales y la mano de obra, muchos de los cuales fueron invitados a la misa donde fue presentada al público por primera vez.

Proceso de restauración

Luego del ataque incendiario del año pasado, Magdalena Krebs, directora del Centro Nacional de Conservación y Restauración (CNCR) ofreció la asistencia y colaboración y en una primera visita a la Parroquia del Sagrario, se constató el impactante daño sufrido por la imagen, se entregaron indicaciones sobre cómo proceder y las medidas urgentes a tomar.

Una vez aprobada la propuesta, se comenzó la intervención con una limpieza superficial para retirar todos los restos de la vestimenta quemada, cuidando de no afectar la madera carbonizada. Luego se realizó el procedimiento de consolidación del material carbonizado, y a continuación se rellenaron las grietas y fisuras con una pasta de aserrín de madera de laurel.

Durante 6 meses restauradoras profesionales aplicaron ocho capas de base de preparación en los rostros, manos, brazos, base y pies de la Virgen y del Niño, proceso complejo ya que se debe esperar el secado completo, para después lijar con diferentes tipos de granos de lija. En esta etapa se contó con la colaboración de la restauradora Erika Rabelo del Instituto Real del Patrimonio Artístico de Bélgica, quien había tratado anteriormente una imagen también quemada de una Virgen Dolorosa.

Respecto de los faltantes de dedos se tomó la decisión de realizarlos con un material que fuera maleable y una vez seco tuviera buena adherencia. La restauradora Alejandra Bendekovic, experta en madera policromada elaboró los dedos faltantes de la Virgen y del Niño. Una vez ensambladas nuevamente las imágenes, un escultor Hijinio González, de gran experiencia fue el encargado de dotarlas con sus respectivos rasgos faciales y terminaciones de manos y pies.

Finalmente, vino a Chile un escultor y policromador quiteño, Ricardo Villalba, que con un esmerado y meticuloso trabajo dio color, y con ello vida a la Virgen y el Niño. Durante todo el proceso, tanto en la definición de los rasgos como para la policromía fue de suma importancia la colaboración de las camareras y el cuidador permanente de la Virgen y el Niño.

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