Obama va destapando sus cartas éticas

Justo Aznar | Sección: Política, Sociedad

Dos recientes decisiones de Barack Obama han confirmado de forma fehaciente cuál es la política del Presidente norteamericano en relación con la defensa de la vida humana y, más concretamente, de la vida humana embrionaria. La primera se dio a conocer el pasado 23 de enero. Unos meses antes de esa fecha, tres firmas comerciales habían presentado a la FDA (siglas en inglés de la Administración de Alimentos y Fármacos) norteamericana sendos proyectos de investigación para evaluar la posibilidad de utilizar células madre embrionarias para tratar a pacientes humanos. En concreto, la compañía Geron, para aplicarlas al tratamiento de lesiones de médula espinal; Novocell, para intentar generar células productoras de insulina para el tratamiento de pacientes diabéticos; y Mytogen, con el propósito de desarrollar células epiteliales pigmentadas de retina para utilizarlas en pacientes con degeneración macular.

Los tres proyectos fueron rechazados por la FDA, al considerar ésta que, antes de pasar a realizar ensayos clínicos en humanos, había que cumplimentar rigurosos controles de seguridad y realizar las experiencias pre-clínicas con animales, preceptivas para este tipo de experiencias. Sin embargo, en contra de su anterior resolución, la FDA norteamericana aprobó, el pasado 23 de enero, la realización del ensayo clínico que Geron pretendía llevar a cabo, es decir, la utilización de células madre embrionarias para tratar pacientes con lesiones de médula espinal.

En relación con esta resolución, llama profundamente la atención que, solamente tres días después de su nombramiento como Presidente, Barack Obama haya propiciado que la FDA diera vía libre a unos experimentos con células madre embrionarias que, sólo unos meses antes, habían sido denegadas por no cumplir los requisitos legales y éticos que cualquier experimentación biomédica requiere.

Con financiación pública

Pero el segundo hecho viene a desvelar, más si cabe, cuál es la actitud del Presidente norteamericano con respecto a la utilización de células madre embrionarias y, consecuentemente, a la destrucción de embriones humanos, pues no hay que olvidar que para obtener estas células, ineludiblemente, hay que destruir a los embriones que las donan.

Pues bien, el pasado día 9 de marzo, el Presidente Obama firmó, con gran parafernalia de medios de comunicación, un Decreto que autoriza a destinar fondos estatales para investigar con células madre embrionarias. Hasta este momento, y de acuerdo a la política restrictiva de George W. Bush, sólo se podían utilizar para investigación las líneas celulares embrionarias disponibles antes de agosto de 2001, no pudiéndose dedicar fondos federales para crear otras nuevas. Ahora, esto ha sido derogado por Barack Obama.

No hace falta decir que esta decisión del Presidente norteamericano muestra a las claras su indudable posición antivida, que ya era conocida por su manifiesto apoyo al aborto. Sin embargo, esta decisión nos parece incluso más grave, pues de todos es conocida la escasa utilidad clínica que tienen las células madre embrionarias. En relación con ello, conviene recordar que hasta esta fecha los ensayos pre-clínicos y clínicos con células madre adultas sobrepasan los 2.500, sin que haya uno solo realizado con células madre embrionarias. Este que aquí se comenta será el primero en ponerse en marcha, si el proyecto prospera.

Sin expectativas razonables

Es decir, además de las graves dificultades éticas que tiene la utilización de células madre embrionarias, pues para obtenerlas siempre hay que destruir un embrión humano, no existen razonables expectativas médicas para presuponer que su uso puede tener alguna ventaja a la utilización de células madre adultas y, sobre todo, al uso de células iPS, las células madre pluripotentes obtenidas a partir de la reprogramación de células adultas. En relación con ello, conviene recordar, y posiblemente convendría recordárselo a Obama, que la prestigiosa revista Science ha considerado que el descubrimiento de estas células y su puesta a disposición de la Medicina regenerativa y reparadora ha sido el más importante descubrimiento científico del año 2008.

Resumiendo, el potencial uso de células madre embrionarias no supera el cedazo ético más elemental, ni tampoco el médico, pues con ellas hasta ahora nunca se ha curado a nadie y no parece que esto pueda conseguirse, si es que se llega a conseguir, en un futuro próximo.




Nota: Este artículo fue publicado originalmente por Alfa y Omega, www.alfayomega.es.