Como médico he conocido comunas muy pobres del país, donde las circunstancias de vida son difíciles en muchos aspectos, pero lo más impactante para mi ha sido el bajo nivel educacional de la población.

Hace poco tiempo atrás, conversé con una señora y su hija de aproximados 14 años La niña tenía en la mano un rayado ininteligible.

¿Tienes un tatuaje en la mano? –le pregunté–.

Me contestó afirmativamente.

¿Y qué dice?

Chomara –me respondió–.

Y ¿qué significa?

Es un líder que admiramos junto a mis amigas del colegio.

Y ¿qué hace?

Él ya murió, defendió a los más pobres y lo mataron en Bolivia los “milicos”.

¡Ahhhhh!, ¿no será Che Guevara entonces?

Sí, eso, así se llama creo, respondió la muchacha.

El “Chomara”, al parecer, al igual que yo, sintió mucha indignación ante la pobreza y los frecuentes abusos hacia los más pobres de Latinoamérica. No obstante, nada justifica que se haya convertido en un asesino con su propia mano, en su supuesta lucha por la justicia, mató sin problemas a quien pensara diferente, sin importar que fuera un humilde campesino, traicionando con ello el juramento hipocrático. Reduciéndose, por lo tanto, ante mis ojos, a nada más que un inmoral guerrillero. Si hablamos de indignación ante la pobreza, sin duda que prefiero a Santa Teresa de Calcuta o San Alberto Hurtado. Eso sí, que ni ninguno de los dos tiene, como el “Chomara”, 5 películas de circulación internacional.

La izquierda “de los pobres”, no se esmera tanto en superar la pobreza como en hacer panfletería, después de todo, sin pobres no hay clientes para su ideología. ¡¡Sí, estoy seguro!!, han aprendido a panfletear, podemos ver grandes producciones, acerca de cualquier tema que ellos quieran defender, el Che , Cuba, Allende, etc. presentando a estos dañinos personajes como lo más grande del planeta. Con solo consignas, lo importante es el lavado de cerebro, sumar gente a la causa. Bueno, eso lo hacen muy bien, presentar lo malo como bueno. Es lógico que lo hagan y para eso usarán formas masivas, las de mayor impacto como la música, la televisión y el cine. Lo sorprendente, es que desde el otro lado de la vereda, hemos sido meros espectadores y algunos incluso aplauden, como desfilan su consignas, ante nuestros ojos, oídos y mentes, con creaciones todas llenas de ideología encubierta o no, llenas de homenaje al “Chomara”.

Los medios masivos y las artes son neutras en sí mismas y sirven además de fines espirituales, para enseñar, provocar y llevar a la reflexión. La izquierda las ha usado como herramientas de difusión masiva durante décadas, ¿pero nosotros? Creo que es nuestra obligación entender que no todos están dispuestos a leer un libro, pero la mayoría lo está a ver una buena película. No es real pretender que todos los chilenos deban leer para educarse, es nuestro deber educar en valores a la población y me parece que el cine, la TV y la música, son una buena herramienta para ello. Si has leído hasta aquí y además entiendes lo que quiero decir ¡felicitaciones!, formas parte del 2% de los chilenos que son capaces de hacerlo*.

Bueno, volviendo a la niña que inspiró este escrito, no sabe quien fue Jaime Guzmán, posiblemente nunca leerá un libro acerca de la Madre Teresa, quizá verá una serie de San Alberto Hurtado, en alguna repetición del recuerdo, con seguridad verá una película del “Chomara” en la plaza del pueblo, aprenderá bien su nombre y lo seguirá admirando.

* OECD, Statistics Canada. Literacy in the information Age: Final report of the international Adult Literacy Survey. Organization for Co-Operation and Development, Statistics Canada. Canada 2000.