Cómo sanar de verdad

Prensa | Sección: Héroes Anónimos, Vida

«Un paciente del hospital Nsambya, donde trabajaba, me pidió que le acompañara a su casa. Lo que vi fue un espectáculo lamentable. Personas apiñadas en pequeñas casas de barro, servicios higiénicos completamente inexistentes. Niños que jugaban en medio de la basura y gente que moría. En los ojos de aquellas mujeres veía mi misma mirada de hace algunos años, en busca de algo que me hiciera feliz, pero que se me escapaba»: Rose Busingye, enfermera ugandesa, describe así el inicio de Meeting Point Internacional, una ONG dedicada a la atención a personas enfermas de sida en Uganda y a niños que han quedado huérfanos o abandonados a causa de esta enfermedad.

Han pasado más de diez años, y hoy los slums (barrios de la periferia) ya no ofrecen una imagen lamentable. Muchas casas son de ladrillo, no hay cólera y las mujeres limpian el barrio cada día. Muchas de estas mujeres han empezado el tratamiento antirretroviral, ayudándose mutuamente a tomar las medicinas. Si una de ellas muere, los hijos son acogidos en casa de otra. Se ha generado un punto de encuentro, una relación que acompaña a estas personas más allá de su condición de enfermas. Un método como el que ha descrito el Papa en su viaje a África para ayudar a los enfermos de sida.

Meeting Point International (MPI) hoy trabaja en cuatro barrios marginales de Kampala. «MPI es, sobre todo, una presencia, una compañía, un punto de referencia que se puede encontrar y con el que cualquiera se puede implicar. De hecho, la metodología de MPI se caracteriza por un acercamiento global a la persona que no reduce al enfermo a sus problemas o necesidades materiales, sino que lo mira y lo acoge por la dignidad completa de su ser humano», relata María García, coordinadora de Comunicación de la ONG CESAL, que colabora desde España con Meeting Point. «Los servicios y las actividades de MPI -afirma- son instrumentos para que la persona tome conciencia del valor de su existencia y aumente así su capacidad de afrontar la realidad como protagonista, contribuyendo también él a recrear un tejido social comunitario».

Rose Busingye protagoniza el documental Greater, dirigido por Emmanuel Exitu, un título que resume la forma de trabajar de Rose, según palabras del propio director: «A una mujer enferma de sida que se lamenta, Rose le dice una frase importante: “Tu valor es más grande que tu enfermedad”. Parece una frase simple, pero dicha por estas mujeres que viven en medio de la dificultad, se convierte en una bomba atómica».

Mamma Rose da sentido a muchas vidas destrozadas

Un grupo de mujeres africanas cantan y bailan, la alegría se ve en sus caras. Después, una de ellas comparte: «Aquí me han dirigido una mirada de amor y de esperanza. Y me han mostrado algo que ha dado sentido a mi espíritu y mi cuerpo destrozados. Ahora sé que mi vida tiene un valor, ese valor pesa más que mi enfermedad y que la muerte». Se llama Vicky, y es una de las mujeres seropositivas asistida por el Meeting Point International (MPI), una ONG ugandesa que trabaja en la capital, Kampala.

Así comienza Greater defeating AIDS (Los grandes vencedores del sida), documental escrito y dirigido por el italiano Emmanuel Exitu, que ha ganado el Premio del Público, en el Festival 2007 de Nueva York sobre Cine y Sida, y el certamen en Internet Babelgum Online Film Festival, creado por el cineasta Spike Lee para «buscar gente que tenga una mirada única» sobre la Humanidad.

En un año, las guerras de África acaban con la vida de unas 200.000 personas. El sida, diez veces esa cifra. Ante esta realidad, muchos dicen que la postura de la Iglesia es una utopía; pero, cuando uno conoce la experiencia del MPI y de Rose Busingye, su directora, se hace evidente el valor de la propuesta cristiana, y la novedad que supone para los enfermos y víctimas a la hora de mirar y amar su realidad. Algo que ningún preservativo hace. En junio de 2003, la Fundación Path to Peace, presidida por el Observatorio Permanente de la Santa Sede en Naciones Unidas, otorgó a Rose Busingye el Premio Servitor Pacis.

Atención integral

En el documental de Exitu, que se puede ver de forma legal y gratuita en Internet, en la dirección www.babelgum.com/113782/greater-defeating-aids.htm, se observa la realidad del sida y la desesperanza en la que sume a sus víctimas. Los problemas de salud asociados y la muerte no son sus únicas consecuencias. Esta epidemia conduce a otras situaciones que, a su vez, la perpetúan: familias, tribus y comunidades rotas; pérdida de las tradiciones; marginación de los afectados; aumento de la pobreza de las familias… Deja a la infancia en unas condiciones de vulnerabilidad extrema: familias rotas, padres en paro, malnutrición y malas condiciones sanitarias, alta probabilidad de contraer enfermedades, alejamiento del sistema educativo, etc.

MPI ha desarrollado un programa de atención integral que aúna el seguimiento y los cuidados médicos domiciliarios, la recuperación nutricional y psicológica, con actividades psicoeducativas y de integración social; además se ocupan de la atención a los huérfanos, de la concesión de créditos para la reactivación de actividades económicas para la población más necesitada, y de la concienciación y educación de las familias y de la comunidad en general sobre esta enfermedad.

Rose Busingye explica: «El problema del VIH/sida es encontrar el valor de la persona. Descubrir toda la humanidad y dignidad del hombre. Cuando la persona pierde la conciencia de esto, el valor de todo lo demás también desaparece. Entonces nos tratamos a nosotros mismos y a los demás como instrumentos. Algunos de los jóvenes a los que asistimos nos han preguntado: ¿Por qué nosotros no debemos infectar a los demás, si nosotros hemos sido infectados? ¿Quiénes son los otros para mí?»

En el documental, la cámara de Exitu acompaña a la enfermera católica en sus paseos por las barriadas de Kampala. Todos la conocen; unos la llaman Mamma Rose, otros Tía Rose. Se ha convertido en el rostro más familiar para ellos, conoce el nombre y la situación de cada uno. Muchos aceptan su ayuda; otros no están listos todavía, y ella les dice: «Estamos ahí para cuando nos necesites».




Nota: Este artículo resume información publicada previamente por Zenit.org y alfayomega.es.