Leo con agrado sus artículos y naturalmente no espero coincidir totalmente con ellos.

Pienso que en las actuales circunstancias frente al tema del nuevo ¨P. de la R. se debe ser prudente y propositivo. No caben posiciones desmesuradas y fuera de la realidad del fenómeno político, tampoco propuestas o apreciaciones que no contribuyen al propósito final cambiar hacia el mejor gobierno posible.

Me parece que el último artículo sobre el punto no es propositivo ni realista. La posición de trasfondo es impráctica, irreal y conduce a más de lo mismo.

De otro lado no es justo porque asume que Piñera, a quien apoyaré, e incluso Frei no tendrían compromisos valóricos básicos inspirados en principios cristianos y eso me parece una audacia.

Sergio