Reconstrucción de la Iglesia de Nuestra Señora, “Frauenkirche”

Felipe Kramm | Sección: Arte y Cultura, Historia, Sociedad

Entre el 13 y el 15 de junio de 1945 la ciudad de Dresde fue bombardeada por la Fuerza Aérea norteamericana y británica, con la finalidad de dar un golpe final a las alicaídas fuerzas del ejército nazi. Los objetivos eran claros; destruir puntos militares estratégicos y vías de comunicación. Sin embargo el bombardeo de tres días no solo acabó destruyendo los sectores antes mencionados, sino que también arrasó con edificaciones de gran valor histórico y arquitectónico. De más está mencionar las miles de personas que perdieron la vida.

Dresde, que fuera conocida como la Florencia del Elba, quedó completamente en ruinas. Entre las obras más importantes destruidas parcialmente se pueden mencionar el Palacio Japonés, el Palacio Zwinger, la Ópera de Semper y la Hofkirche (iglesia católica); en ruinas quedaron el Puente de Augusto, la Estación Central de Trenes, la Iglesia de Nuestra Sofía, la Iglesia de la Cruz y el ícono de la ciudad, la Iglesia de Nuestra Señora (Frauenkirche).

La Iglesia de Nuestra Señora fue diseñada por el arquitecto George Bähr para la comunidad protestante, con la finalidad de competir en presencia urbana con la Hofkirche (católica). Su construcción original data entre 1726 y 1743 y se localizaba en el centro del casco histórico de la ciudad. Construida completamente en piedra de arenisca, la iglesia tenía una altura de más de 90 metros. Su cúpula de 26 metros de diámetro y 22 metros de altura se erguía a partir de los 40 metros y poseía una linterna que completaba su esbelta imagen.

Tras la victoria de los Aliados y la división política del país, la cuidad pasó a formar parte de la República Democrática de Alemania, bajo el mando de la Unión Soviética. Durante el régimen socialista muchos de los edificios emblemáticos fueron reconstruidos, sobre todo aquellos que representaban gran valor histórico y/o no fueron completamente destruidos.

Los restos de la Iglesia de Nuestra Señora fueron inventariados con la finalidad de reconstruirla, pero la falta de dinero y la imposibilidad de acordar el modo en que debía realizarse la reconstrucción impidió que la iniciativa se llevara a cabo. El intento por parte de las autoridades de limpiar los escombros, provocó una reacción por parte de la población. Aquellas partes que lograron resistir el ataque como el coro hasta la altura de las molduras y una fracción de la esquina noroeste, finalmente no fueron removidos fueron bautizados por el gobierno como el Monumento Conmemorativo en contra de la guerra.

La iglesia que alguna vez fuera la imagen representativa de una ciudad barroca, componente fundamental de la memoria colectiva de sus habitantes, se transformó en la cripta de una nación dividida y devastada.

El año 1989 se promulga la Reunificación Alemana, y la caída del Muro de Berlín se convierte en el símbolo más evidente del fin de la división. Sin embargo, la Reconstrucción de la Iglesia de Nuestra Señora, representa la reintegración y reconstrucción de la Alemania más pobre. De esta forma se le “devuelve” a sus habitantes parte de la memoria, o mejor dicho, es un intento por querer olvidar lo sucedido.

La iglesia fue reconstruida con piedra arenisca y tecnologías de última generación a partir de las partes existentes, las cuales fueron integradas para entregar cierta originalidad a la obra, que no es más que una reproducción de lo que alguna vez fue y que nunca volverá a hacer. La reconstrucción finalizó el año 2004.

En materia patrimonial se puede afirmar que ya no tiene ningún valor. ¿Estarán de acuerdo sus habitantes con esta apreciación academicista?




Nota: Este artículo fue publicado originalmente por La Tercera.

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