Convencido que la participación y la democracia interna en los partidos políticos es necesaria y beneficiosa, promovimos el año 2006 elecciones para elegir a la Directiva Comunal de Maipú. Este ejercicio inédito en la UDI permitió que cientos de militantes con su solo carnet y con la alegría de reencontrarse con un partido que sentían lejano, se pusieran de pie y fueran a votar para elegir a sus autoridades. El resultado fue un éxito, ya que todos ganamos: el partido en madurez y legitimidad, nosotros en responsabilidad y pertenencia.
Algunas razones tendrá el Papa Juan Pablo II y la Doctrina social de la Iglesia, cuando señalan en el N° 431 del Compendio del Catecismo: “Los Partidos políticos tienen la tarea de fortalecer una amplia participación y el acceso de todos a las responsabilidades publicas”; y en el mismo punto se agrega: “Los Partidos deben ser democráticos en su estructura interna ….”
Estamos próximos a elegir al Presidente Nacional. A simple vista pareciera que es solo una competencia generacional, los “Coroneles” por un lado y los jóvenes por otro; sin embargo, lo que se juega es más profundo: estamos definiendo nada menos que el futuro del partido.

Qué duda hay de que los “Coroneles” entregaron lo mejor de sus vidas en la construcción de un gran sueño que es la UDI. Sin embargo la fuerza de los inicios ya no es la misma, y hoy no los vemos actuar en el mundo público defendiendo y promoviendo con la misma energía y coherencia en los principios y valores fundamentales que cautivaron a miles de jóvenes a entrar a la UDI.
Algunos ejemplos:
1.- Pensar en la posibilidad de apoyar a Schaulson en Santiago solo porque tiene posibilidades de ganar, sabiendo que esta en las antípodas de lo que creemos. NO ES LA UDI QUE QUEREMOS
2.- Enfrentar las irregularidades administrativas de las autoridades políticas con distinta vara dependiendo de donde vengan. NO ES LA UDI QUE QUEREMOS.
3.- Rechazar la presentación del requerimiento ante el Tribunal Constitucional que efectuaron los diputados UDI, para que no se repartiera la Píldora del día después y así e respete el derecho a la vida del que está por nacer. NO ES LA UDI QUE QUEREMOS.
Esta lógica electoralista nos ha permitido crecer en número de votos pero nos ha reducido en nuestra capacidad de influir. ¿Para qué existimos? ¿Para ganar la próxima elección o para plasmar en el Chile del futuro nuestras ideas, principios y valores?
Solo un dato que debe hacernos reflexionar: actuaciones como las descritas, de las que de alguna manera somos todos responsables, han abierto una rendija que está provocando la desafección de muchos de los mejores de los nuestros.
No tengo ninguna duda que ante el escenario actual es José Antonio Kast, por su Libertad, por su Coherencia, y por su Capacidad, quien puede lanzar a la UDI a la conquista de Chile con la fuerza, convicción y mística de los primeros años.

Benjamín Correa, Concejal UDI, Maipú