¿Cómo sigue todo en la PUC?

Gonzalo Rojas S. | Sección: Educación, Política, Sociedad

¿Cuál es la situación hoy jueves 7 de junio en la P. Universidad Católica de Chile?

Hemos esperado conocer el contenido oficial de los acuerdos firmados por el Sr. Rector  con las personas que se habían tomado la casa Central  -su núcleo antiguo-   el viernes 25 de mayo de madrugada, acuerdos mediante los cuales se logró que depusieran la toma el lunes 28 a mediodía.

Solicité al Sr. Rector el martes 29 a media mañana, por correo-e, el contenido oficial de esos acuerdos, ya que habiendo estado la tarde anterior con profesores y alumnos de la Facultad de Derecho, él mismo nos había comunicado oralmente su contenido, pero esa misma tarde en la reunión siguiente con el Consejo Superior de la Universidad, los acuerdos parecían extenderse a más materias, de las que daba también cuenta El Mercurio en la mañana del martes 29.

De inmediato y gentilmente el Sr. Rector me contestó que esa misma tarde del martes 29 los Decanos tendrían  «las dos actas de acuerdos” en su poder. Durante los siguientes 6 días esas actas no llegaron.

Sólo el martes 5 de junio, al cumplirse una semana de su contestación, me permití volver a escribirle al Sr. Rector para recordarle  el envío de esas actas. Me contestó que esa misma tarde “el acta definitiva” estaría en poder de los Decanos, cosa que efectivamente ocurrió hacia las 17 hrs. de ese martes 5.

El Acta, titulada «Acta Segunda reunión versión final, 27 de mayo de 2018” se refiere a los siguientes puntos, algunos de los cuales son ya de público conocimiento:

1. La integración de mesas de trabajo conformadas:

a. Por el Rector, dos personas escogidas por el Rector, un funcionario escogido por el Rector y un estudiante afín al tema escogido por el Rector, es decir un total de cinco personas integrando la mesa de trabajo cuya designación proviene de Rectoría;

b. Por un académico elegido por el movimiento, un funcionario escogido por el movimiento, dos personas del movimiento (no dice estudiantes de la PUC) un estudiante afín al tema, elegido por el movimiento, es decir un total de cinco personas elegidas por el movimiento;

c. Dos representantes estudiantiles (no se especifica quién los elegirá ni qué calidad deben tener).

Para que los acuerdos de estas mesas de trabajo sean “vinculantes” se requerirá un mínimo de 10 personas sobre los 12 integrantes de las mesas. Sus actas serán públicas.

Nada se dice sobre las materias que serán objeto de la discusión en estas mesas, ya que el acta del 27 de mayo se remite a “la propuesta de ayer”, (26 de mayo, con la Universidad tomada) texto que no conocemos aún.

2. Acuerdos sobre personas subcontratadas: Una serie de medidas para mejorar su situación en la PUC.

3. Acuerdos sobre Violencia sexual y de género: Una serie de medidas para prevenir y sancionar mejor.

4. Disidencias (no se entiende en el Acta en qué sentido se ocupa esta palabra):

a. Que las personas transgénero usen nombre social en la Tarjeta UC y que se utilice un informe psicológico para constatar que la persona está en medio de un proceso. El llamado a esas personas debía hacerse  -y se hizo efectivamente-  el mismo lunes 28.

b. Habilitación de baños neutros/inclusivos en los campus y con una propuesta de diseño de simbología en conjunto con el movimiento.

Ha desaparecido del Acta original  -cuya primera versión pudimos conocer el mismo lunes 28-   un conjunto de comentarios ofensivos hacia los profesores y alumnos de la Facultad de Derecho que desde el viernes 25 al lunes 28 estuvimos custodiando nuestro edificio, colindante con la toma.

No hay referencia alguna en el Acta del 27 de mayo a dos temas expresados por el Rector y recogidos en El Mercurio del martes 29 de mayo: en dos meses “comenzar a incluir más mujeres en las bibliografías” y en dos años “contar con mallas curriculares más abiertas”. ¿Son justamente para eso las mesas de trabajo cuyo objetivo no queda consignado en el Acta del 27 de mayo? ¿Están esos acuerdos en otra Acta? “La lucha está comenzando”, afirmó una de las voceras del movimiento. Otra dijo: “queda mucho por avanzar”.

Es muy delicado que no conozcamos el objeto de trabajo de esas mesas y, más aún, si se pretende que sus acuerdos sean “vinculantes”, dejando así de lado todas las disposiciones estatutarias de la Universidad que regulan a sus órganos de gobierno y las atribuciones que les competen. También lo es que participen en reuniones formales con la Rectoría movimientos sin ninguna institucionalidad reconocida por la universidad, desvirtuando así todos los mecanismos de representación estudiantil.