La psicología excluida

Juan Pablo Rojas | Sección: Política, Sociedad

Los psicólogos nos dedicamos a estudiar la complejidad de la vida psíquica, que incluye aspectos tan variados como instintos, emociones, cogniciones, voluntad, sexualidad, autopercepción e identidad. ¿Quién pondría en duda que la psicología tiene un importante papel a la hora de comprender la situación de los niños llamados «trans«?

La ciudadanía debe creer que detrás de los avances del proyecto de ley de identidad de género se ha consultado ampliamente a diversos psicólogos y psiquiatras. La verdad es muy distinta. En estos más de cuatro años de trámite, solamente dos psicólogos hemos sido llamados a dar nuestra opinión profesional al respecto. Ningún psiquiatra. Basta revisar las actas en la página web de la Cámara de Diputados para corroborarlo.

El tema ha sido abordado casi exclusivamente desde la perspectiva del Derecho y la libertad, olvidándose -o no queriendo ver- que una de sus dimensiones más importantes es la psicológica, pues solo desde esta se puede comprender mejor qué es lo que está ocurriendo en la mente y el corazón de los niños que viven la incongruencia entre su identidad y su cuerpo. Tratar de conceder derechos sin primero hacer un esfuerzo serio por comprender la situación es un grave error, o un voluntarismo ciego.

¿Qué criterio se ha utilizado para proponer que la edad mínima sea de 14 años? ¿Qué investigaciones o conocimientos psicológicos avalan que esa es la mejor edad, y no los 16 o los 18 años?

Si los parlamentarios están interesados en que esta discusión no se reduzca a un debate de posturas ideológicas y se convierta en un diálogo serio que se ordene realmente para el bien de la salud mental de los chilenos, es hora de que tomen en consideración los aportes de nuestra ciencia.

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por El Mercurio.