Kast y Piñera

Gonzalo Rojas Sánchez | Sección: Política, Sociedad

Sólo dos candidaturas saben cómo llevar a Chile al desarrollo: Piñera y Kast, Kast y Piñera. Las demás, simplemente operan con la lógica de administrar la riqueza ya generada, para   –dicen–  redistribuirla con mayor igualdad.

Pero, ¿será cierto que Piñera y Kast saben por igual qué es el desarrollo?

No cabe duda que ambos son capaces de conseguir en sus respectivos eventuales gobiernos que los índices económicos y sociales alcancen niveles de los países considerados desarrollados. Algo así como un per capita de tantos miles de dólares y unos bienes materiales tales y cuales en cada hogar.

¿Es eso el desarrollo? Si consistiera en eso… ¿para qué todo eso? ¿Se llena con esa dimensión el corazón de la persona humana?

La respuesta que las dos candidaturas nos darán por igual es que el desarrollo posibilita una mejor calidad de vida. Y aquí es donde comienzan las diferencias. Es el paso de lo cuantitativo a lo cualitativo, de los números a las virtudes.

Virtudes, porque calidad es aquello que nos mejora, que nos hace mejores. La calidad, o es despliegue de la dignidad humana hacia sus máximos, o es pura cháchara insustancial. La cuestión del desarrollo se transforma entonces en un asunto antropológico, en una seria consideración sobre qué es la persona humana.

Y ahí sí que Kast y Piñera divergen.

La antropología del diputado independiente es evidentemente cristiana. Cristiana es su mirada a la vida, al matrimonio, a la familia, a los padres como primeros educadores, a la cultura como perfeccionamiento de las facultades superiores, a la Historia de Chile y a los cultos a Dios. En Kast, el desarrollo es plenitud humana, plenitud posible de la creatura ante el Creador.

En Piñera, por su parte, la antropología es liberal y en cada uno de los temas mencionados hay siempre un “quizás” un “tal vez” un “si bien es cierto, no es menos cierto” que todo lo relativiza y que devuelve al desarrollo a sus cotas más seguras y más ramplonas: el per capita y los bienes durables.

Cuando la presidenta de la UDI se quejaba hace unos días de un posible gobierno liberal de Piñera, en realidad intuía el modo en que ya se conduce la campaña. Con tal de ganar la elección, con tal llegar al desarrollo material, con tal de mostrar determinados índices… poco le importa a algunos en esa candidatura lo que lleguen a ser las personas en su plenitud humana y en su condición delante de Dios.

Esa es la diferencia de fondo.