Las encuestas

Axel Buchheister | Sección: Política, Sociedad

#03-foto-1-autorEn una misma mañana vieron la luz los resultados de las encuestas Adimark y CEP sobre actualidad política. Pero los análisis se centraron en la última, en parte porque aparece con menos frecuencia y porque se ha transformado en un oráculo, lo que no necesariamente se justifica hoy.

Quizás los especialistas tengan argumentos técnicos para atribuirle al estudio del CEP un mayor poder predictivo, pero los problemas que aquejan por igual a los sondeos de opinión, como los desaciertos que han tenido en todas partes en tiempos recientes como consecuencia de aquéllos, exigen mirarlos con igual recelo, como también darles un trato similar. Al cabo, nadie puede asegurar cuál está en lo correcto y sobrevalorar alguna de las encuestas puede esconder una opinión interesada. Sobre todo, cuando además muestran grandes coincidencias, aunque también diferencias que no han sido debidamente mencionadas.

Veamos las coincidencias. Sin duda, la fundamental está en que le expiden un virtual certificado de defunción a la candidatura de Ricardo Lagos, casi imposible de remontar, a pesar de que en política no existan los muertos. También que Sebastián Piñera y Alejandro Guillier puntean a cada lado del espectro. Y que los demás postulantes hasta aquí no constituyen una alternativa real.

Las diferencias que importan, porque tienen efectos, son dos: la distancia entre Piñera y Guillier, y el porcentaje que representan los que no se pronuncian. Y en ambos casos los efectos impactan al expresidente y en nada al senador. En preferencias, la CEP indica que Piñera obtiene un 20% de menciones espontáneas y Guillier un 14%, mientras que la Adimark un 29% y 26%, respectivamente. Por cierto que al exmandatario le conviene resaltar el resultado de la primera, ya que si bien le asigna una menor adhesión, lo coloca con una diferencia que es proporcionalmente superior y bastante cómoda. Pero en la encuesta Adimark se sitúa apenas a tres puntos de distancia –el margen de error del sondeo– lo que apunta a que está siendo pillado. Y sabemos lo que eso implica en hípica y en política.

Por otro lado, la CEP nos dice que aquellos que no se pronuncian son un 49% (uno de cada dos votantes), mientras que la Adimark los sitúa en apenas un 23%. En este punto la CEP no juega en favor de Piñera, porque evidencia una resistencia en contra suya: la centroderecha debiera obtener –cuando menos– un 40% de los votos en la próxima elección presidencial, por lo que queda de manifiesto que hay un porcentaje que ronda los 20 puntos –que incluso ya votó por él una vez–, que no se sube a su candidatura, la cual de facto está lanzada.

De las encuestas que conocimos el jueves, fluye que Alejandro Guillier fue el gran triunfador y que es probable que las cosas se vayan despejando para él en su sector. Y que Sebastián Piñera depende de que las cosas no se muevan mucho, para que al final los indecisos que le pueden ser proclives no vean otra opción y poco a poco se le plieguen. Tal vez eso baste para ser nominado, pero ¿servirá para ganar la elección?

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por La Tercera.