El sexto sentido era el que le indicaba a Holmes cuál era la solución del caso que tenía entre manos y, por eso, cuando se la explicaba a su querido amigo, el doctor, que tenía, como todos nosotros, sólo cinco sentidos, le decía: “Elemental, querido Watson”, sabiendo que no era elemental sino una genialidad peculiar suya, la de tener ese sentido adicional. A veces algunos lo bautizan, y lo llaman “sentido común”, que viene a sumarse a los cinco dados por la naturaleza al hombre, vista, oído, tacto, gusto y olfato.

Así es que, cuando la Presidenta dijo que a ella un “primer sentido” le había dicho que la reforma educacional debía comenzar por mejorar la enseñanza pública, a lo que realmente se refería era a su “sexto sentido” o “sentido común”. Porque cuando algo funciona mal, lo lógico es comenzar por arreglar la parte de eso que funciona peor y no la que está funcionando comparativamente mejor.

Pero eso sería si se tratara realmente de mejorar la educación y no de hacer la revolución, menesteres distintos. Si usted está haciendo la revolución, su problema es, no la calidad de la enseñanza, sino cómo hacerse de ella. Y para esto último el gobierno tiene que controlar la parte que no controla, la particular, y ponerla en manos del Estado revolucionario, sin prestar atención al tema de la calidad. Se trata de “bajar de los patines” a los mejores, en lugar de “subir a los patines” a los peores. El primer-sexto sentido le dice a la Presidenta que para mejorar la educación debe subir a los patines a los más lentos, empezando por mejorar la enseñanza pública. En cambio, al ministro Eyzaguirre sus cinco sentidos le dicen que para que el Estado se apodere de la educación, paso esencial de la revolución que conduce a controlar todo el poder, debe “bajar de los patines” a los alumnos de la enseñanza particular y poner ésta en manos y al nivel de la pública, “que podrá ser la peor, pero es la que yo controlo” (“éste es un gobierno de m…, pero es mi gobierno”), dicho UP.

¿Qué sentido prevalecerá, el “primero” de la Presidenta o los cinco del ministro?

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por Estrategia, www.estrategia.cl.