Es impresionante cómo se han autorizados casinos en Chile durante los gobiernos de la Concertación, han convertido al país en un verdadero “garito”.

Antes era difícil jugarse el sueldo y, algo más, en los pocos casinos del país (sólo había siete). Hoy, tenemos uno en cada Región, al parecer muy concurridos por adolescentes y mujeres. Actualmente, a junio del 2009, hay 20 casinos y, pronto se unirán otros cinco. En total habrá 25, además, en los almacenes de barrio abundan sin control las máquinas tragamonedas y en Internet el póker online causa furor entre los jóvenes.

El casino del Puerto de San Antonio, es un tremendo desatino de las autoridades municipales, al permitirlo, considerando el alto desempleo de la zona y, al autorizar su construcción, en pleno paseo costero tapando la hermosa vista a la bahía. Se convertirá en un monumento a la fealdad de la ciudad. ¡Insólito!

Algunos dirán que la diversión en salas de envite y azar no es cuestionable, y otros defenderán la iniciativa pues genera cuantiosos recursos, vía impuestos, para importantes iniciativas. Pero, lo inquietante es que las autoridades no han evaluado las consecuencias de esta proliferación de salas de juegos, en la juventud y en la clase trabajadora del país, sobre todo, –como ha sucedido en otros países–, que el aumento de estas salas genere un alza en la cantidad de personas (especialmente mujeres) que manifiesten ludopatía.

La ludopatía es una conducta compulsiva donde la persona no puede dejar lo que hace. Muchas veces el disfrute no está en ganar ni en lograr grandes cantidades de dinero sino en jugar. La tensión y expectativa que se produce, la adrenalina que se segrega durante los juegos. Para repetir esa sensación siempre buscan una justificación. Se endeudan, empiezan a recortar el presupuesto familiar para jugárselo, incluso, pierden sus autos y sus casas.

Cuando la adicción por el juego comienza a ser incontrolable se convierte en ludopatía, una patología que anteriormente se asociaba con problemas de carácter pero ya está reconocida como enfermedad por la Organización Mundial de la Salud.

En efecto, a continuación transcribo los testimonios de estos especialistas que confirman mi preocupación:
1) El psiquiatra Daniel Martínez, de la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía de Chile (Sonepsyn), advierte: “se corrió un riesgo muy grande al dejar que estos casinos se instalarán sin hacer antes una campaña preventiva”.

2) Su opinión es compartida por el Dr. Rolando Candía, director médico de la clínica Alfa Adicciones, al manifestar lo siguiente: “En Chile no somos buenos para prever las situaciones, y aunque ahora no se nota un aumento en las consultas por ludopatía, creo que en dos años más habrá un alza notoria”. Y agrega, “también me preocupa que existan muy pocos especialistas en tratar este tipo de adicción”.

3) El experto internacional, el Dr. César Sánchez, de la Sección de Juegos Patológicos de América Latina, y coordinador de la Fundación Venezolana para el Estudio del Impacto de los Juegos de Azar, ha estudiado el tema y ha encontrado que en el caso de los hombres los jugadores suelen ser adolescentes o adultos casados; las mujeres más jugadoras, en cambio, son solteras, divorciadas o viudas. “En el caso de los hombres el acercamiento es más intuitivo por lo que es usual que se de durante el desarrollo y se repita en la adultez. En el caso de las mujeres está relacionado con el poder adquisitivo y la independencia, están solas, y explica que el aumento de la presencia femenina en las salas de juego está relacionado con la posibilidad de huir de la soledad o de las preocupaciones”.

Estos especialistas sugieren ponerse límites financieros, de tiempo, no utilizar tarjetas de créditos, no descuidar las actividades personales (estudio, trabajo, sueño) y nunca apostar con dinero prestado. Si esas condiciones se dan es probable que la persona esté pasando de la diversión a la patología, por lo que necesitará ayuda profesional. “Cuando la persona gana experimenta un aumento de la autoestima, pero al enfrentar la pérdida viene la desesperanza”.

Podemos concluir que este problema social que acabamos de describir, lo heredará el futuro gobierno de la Alianza y se suma a otros problemas sociales sin resolver. Otro tema a debatir en estas elecciones presidenciales, considerando que esta enfermedad llamada ludopatía, según diversos estudios, afecta al 1,5% de la población del país.