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Las respuestas pendientes

Cada vez que aparece un desaparecido, se presenta la oportunidad de reavivar dos preguntas fundamentales sobre el tema.

Ciertamente no son las interrogantes que se hace la izquierda; obviamente ellos tienen las respuestas a esas incógnitas, pero nunca las entregarán.

En primer lugar, ¿los desaparecidos corresponden en buena proporción a las mismas personas que integraban los aparatos militares de la UP y del MIR?

Pascal, uno de los fundadores del MIR ha afirmado que existían “organizaciones populares, milicianas” a las cuales algunos oficiales de la FACH se comprometieron a entregarles armas en caso de golpe de estado. Más aún, agregó que Fidel les había dicho que en esa situación “nos iba a entregar aunque fueran las armas que estuvieran en la Embajada”, a lo que el embajador y los oficiales ahí presentes se negaron el 11 de septiembre. De todos modos, relata Pascal, “tuvimos que salir a balazos de ahí, para no quedarnos encerrados. (…) Ellos tuvieron que replegarse, nosotros pudimos hacernos paso”.

Pascal sólo ha recordado lo que Corvalán y Altamirano habían dicho con anterioridad, en sordina o a los cuatro vientos.

En efecto, en su informe de 1985 al Pleno del PC en la clandestinidad, el Secretario general de los comunistas había descrito con detalle la organización armada de su entidad: “Nosotros habíamos creado las Comisiones de Vigilancia del partido, cada una de ellas, compuesta por 10 hombres. Observaban una disciplina semi-militar y llegaron a contar con cerca de tres mil miembros en todo el país. Además disponíamos de los grupos chicos, constituidos por cinco personas cada uno, de una edad compatible con el manejo de las armas y para desempeñarse como buenos combatientes dado el caso. El número de grupos chicos era de 200.” Unos 4.000 en total, por lo tanto.

Y los socialistas no se quedaban atrás. Según las palabras de Altamirano en un conocido libro-entrevista, el aparato armado del PS lo conformaban “más o menos mil a mil quinientos hombres con armas livianas. No era tan poco si se hubiera coordinado con el aparato militar del MIR que era bastante más importante que el nuestro, con el Partido Comunista que también era mayor y con los que tenían el MAPU y la Izquierda Cristiana.” Otros 4.000 sujetos en total, por lo tanto.

Sumando y sumando, estamos hablando de unos 8.000 a 10.000 tipos en armas y con diversos grados de instrucción.

La segunda pregunta es consecuencia de la primera: ¿qué hicieron esas personas, esos 8 a 10 mil tipos, entre el once de septiembre de 1973 y diciembre de 1974? ¿Jubilaron?

A los jueces, no les interesa. Es tarea de historiadores.