Terapia para cerebros lavados

Hermógenes Pérez de Arce | Sección: Política, Recomendados

En Terapia para cerebros lavados, Hermógenes Pérez de Arce describe con su habitual agilidad en qué materias en Chile se miente con impunidad y cuáles han sido los objetivos de esta campaña permanente de lavado de cerebros.

La obra –referida particularmente a las injusticias sufridas por tantos uniformados procesados o condenados– permite acercarse además a una empresa de más amplio alcance y que tiene en Antonio Gramsci a su gestor. Al colocar la obra de Pérez de Arce en ese contexto, no se corre riesgo alguno, porque el propio Gramsci planteó abiertamente toda su tarea como una gran empresa de conquista moral-cultural.

Treinta años atrás, Augusto del Noce, en Italia y el Eurocomunismo, había develado las claves que hoy en el libro de Pérez de Arce se ven confirmadas para el caso chileno. Del Noce mostraba cómo Gramsci estimaba que la sociedad, conformada por modos de pensar, de sentir, de situarse ante la vida, de leer, de divertirse, debía ser conquistada para el marxismo, organizando la cultura por medio de la captación de sus agentes, los intelectuales. Con todos los ejemplos que aporta Pérez de Arce, queda de manifiesto que filosofía y política para Gramsci son una sola cosa.

Efectivamente, la conquista de la cultura ha consistido en Chile en copar posiciones en el ámbito educacional, comunicacional, cinematográfico, judicial, empresarial, militar y en algunos sectores eclesiásticos.Gramsci enseñaba: denle a la gente lo que pide, pero en sentido marxista, materialista, hasta llegar a los últimos rasgos del sentido común del pueblo, para así conseguir un nuevo modo básico de pensar. Es el lavado del cerebro, cuyo resultado, afimaba del Noce, es la “democracia manipulada”

Terapia para cerebros lavadosPérez de Arce describe lúcidamente las consecuencias políticas de todo esto: efectivamente se ha conquistado la sociedad; los intelectuales y comunicadores que lavan cerebros han llevado a las masas a vivir la nueva visión que del Noce calificaba como inmanente, mundana y laicista. Sólo un puñado de personas -muy valiosas, muy valientes, muy comprometidas- están en la defensa de un recto orden moral-cultural. Pérez de Arce destaca entre ellas.

El autor muestra los resultados -la descripción que hace de la profundidad y gravedad de las mentiras es pavorosa- pero el lector debe llegar a conocer además las causas.

¿Quiénes han hecho este trabajo en Chile?

Por cierto, algunos medios de comunicación. A esa labor se han sumado algunas universidades y han colaborado miles de profesores secundarios, apoyados en textos oficiales del Ministerio de Educación en los que se miente descaradamente. Además, están esas decenas de intelectuales orgánicos. Ya en 1988, José Joaquín Brunner en Un espejo trizado, calificaba nuestra cultura como esencialmente conservadora, “lenta, retardada, parroquial, sólo a veces remecida por un acto creativo, por un poeta inclasificable, por una mirada distinta, por un esfuerzo colectivo, realizado con sentido futuro.” Y en ese mismo libro se explicaba cuál había de ser el empeño cultural de la oposición de la época.

Sumemos a esa tarea a unos cuantos eclesiásticos, entre ellos los que gozan hasta hoy de tribuna privilegiada para matizar -o sea contradecir- todas las directivas papales.

Y aunque Pérez de Arce se centra en la situación judicial de los militares, la lectura de su obra con frecuencia sugiere estas otras dimensiones del gramscismo, que a partir de la lectura de su libro pueden entenderse mejor.

Del Noce ya había advertido en 1976 que el número de los tontos adoctrinados no disminuye nunca. Pero con la lectura de Terapia para cerebros lavados se podrá revertir esta situación, si se tiene en cuenta que el conflicto entre el marxismo y sus adversarios sigue vigente, y que es mucho más global que lo que parece a simple vista.

Se disfruta enormemente con la magnífica obra que ha producido Hermógenes Pérez de Arce. Se disfruta, pero se experimenta también una profunda pena por cómo otros mienten en Chile.

Puede encontrar más información sobre el libro comentado en nuestra Sección Recomendados.

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