La Democracia Anti-Cristiana

Gonzalo Ibáñez Santa María | Sección: Historia, Política

Ayer sábado, la Junta Nacional del partido denominado Democracia Cristiana adoptó el acuerdo de apoyar, en las próximas elecciones presidenciales, a la candidata comunista Jeannette Jara. 

Ha sido así fiel a su historia. Recordemos cómo su fundador, Eduardo Frei Montalva, proclamaba en 1947 que algo peor que un comunista era un “anticomunista” y que el principio que fundamentó la creación del PDC lo había enunciado antes un ideólogo ruso-francés, Nicolás Berdiaeff: “el comunismo es el deber no cumplido por los cristianos”.

Eduardo Frei Montalva fue el “Kerensky chileno”, pues, como aquel político ruso que en 1917 entregó en Rusia  el poder a los bolcheviques, él lo hizo en Chile en 1970. Y en 1990, Patricio Aylwin, líder de la D.C, comienza a desarmar las defensas con que el gobierno militar había dejado el país, y da comienzo a un proceso que culmina hoy día cuando es una candidata comunista la que recibe el apoyo de ese partido. 

El escándalo es doble, porque toda esta traición a Chile ha sido hecha bajo el nombre de “cristiano”, cuando fue la misma Iglesia Católica la que calificó al comunismo como una doctrina “intrínsecamente perversa” (1937). Que esta Iglesia tenía toda la razón, nadie puede ahora ignorarlo. 

Hoy, el PDC se ha sacado la careta con que venía y ha demostrado, una vez más, que su vocación es la de servir como peón al comunismo antihumano. Su verdadero nombre es, entonces, Democracia Anti-Cristiana.

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por el autor en sus redes sociales el domingo 27 de julio de 2025.