El Gasto del Estado versus la Inversión del Mercado

Jorge Andrés Pérez | Sección: Arte y Cultura, Política, Sociedad

Los países más desarrollados no son necesariamente mejores en todos los parámetros que se pueden usar para medir el progreso de las sociedades humanas. Pero, sí son sociedades que, en general, hacen un uso más competitivo de sus recursos para poder darles a su población la mejor calidad de vida posible. Pero, un país desarrollado no es simplemente un país que tiene una población con alto poder adquisitivo, por ejemplo, gracias a la explotación de un recurso natural escaso que consigue muy buenos precios en mercados internacionales.

Un país desarrollado explota sus recursos disponibles de manera muy competitiva, organizándose con los mejores conocimientos culturales y científicos disponibles. Es más, si algo caracteriza a un país desarrollado es su capacidad para mejorar su potencial productivo (relativo a otras sociedades), mejorando la productividad de la explotación de sus recursos en función de la expansión de la frontera del conocimiento de la humanidad. Es decir, son sociedades que mejoran su productividad organizándose culturalmente de una mejor manera para aprovechar los nuevos conocimientos generados por el progreso científico y tecnológico.

Japón es el mejor ejemplo de un país desarrollado, ya que usa su increíble capacidad de organización para producir de una manera extremadamente competitiva los bienes y servicios de calidad que el mundo demanda. Pero, Japón casi no tiene los recursos naturales necesarios para hacer esto de una manera competitiva, entonces con su productividad cultural compensa la necesidad de tener que importar los recursos naturales que no tiene. En resumen, Japón es un país desarrollado en base al uso del comercio internacional para intercambiar su competitividad cultural por la competitividad natural de otros países. Argentina es un ejemplo de un país que trató de usar su competitividad natural para subsidiar su falta de competitividad cultural. Para ello cerró su mercado interno a las importaciones de países como Japón.

En Chile no tenemos la competitividad cultural de Japón, pero tenemos la competitividad natural que países como Japón necesitan. ¿En qué se nota que Chile no tiene la competitividad cultural de Japón? En que no nos podemos organizar para tener un Estado funcional. Tal vez, dentro de Latinoamérica, somos uno de los países con mejor competitividad cultural. Pero, no es suficiente para frenar los intereses del crimen organizado moderno en la región, que muchas veces tiene acceso a mejor talento y tecnología que el Estado. Es más, cada vez queda más en evidencia que tenemos un Estado vulnerable a la infiltración ideológica y criminal de individuos que reciben un sueldo del Estado para atornillar al revés.

Tenemos un Estado caro y malo (poco competitivo), que lo único que hace realmente bien es desincentivar la inversión. Es un Estado que gasta, y quiere gastar más sin importarle la productividad de ese gasto. Estamos llegando al punto que los únicos inversionistas a los que el Estado chileno no les puede quitar su rentabilidad es el crimen organizado. ¿Por qué esto es importante? Porque los países desarrollados son desarrollados porque son extremadamente eficientes invirtiendo para explotar los recursos de su sociedad. Si algo caracteriza a los países subdesarrollados es que es palpable la cultura del gasto a costa de la inversión: todo está mal tenido, porque esta cultura antiinversión permea toda la sociedad con estándares subóptimos de mantenimiento y reparaciones en su infraestructura. Sí, son países pobres, pero son pobres porque hacen un mal uso de sus recursos por falta de inversión, generalmente por un Estado en manos de gente irresponsable que han llenado el Estado de empleados que operan en este como un ejército de ocupación.

¿Chile le puede ganar al crimen organizado? No estoy seguro. Hay chilenos que incluso ven a Medellín como un paradigma del éxito. ¿Qué pasó con la fortuna de Pablo Escobar? No me sorprendería que en parte financió el blanqueamiento de imagen de la ciudad que los chilenos tanto admiran. Lo que los chilenos no pueden ver es que Colombia es el peor ejemplo que podríamos seguir. Es una sociedad donde ya se repartieron el animal, como el sur de Italia. No hay vuelta atrás.