- VivaChile.org - https://viva-chile.cl -

Función pública y frivolidades varias

Controversia suscitó el dictamen de Contraloría en que, junto con aclarar que los alcaldes no tienen facultades para adoptar medidas que restringen derechos constitucionales, reprocha la participación de algunos de ellos en programas de TV y radio. El dictamen afirma que esa participación recurrente, “además de frivolizar la función pública, puede implicar distraer indebidamente tiempo que debe destinarse a las labores propias de la autoridad municipal, a la vez de constituir una sobreutilización de la imagen personal del alcalde, asignándole un beneficio electoral a quien sirve dicho cargo público, en desmedro de la igualdad de oportunidades del resto de los ciudadanos”.

El contralor formula tres reparos a esta conducta de los alcaldes: riesgo de frivolizar sus tareas, merma del tiempo que debieran dedicar a sus funciones y obtención de un beneficio electoral ilegítimo.

Las críticas al dictamen se han centrado solo en lo de la frivolidad. Se ha dicho que los alcaldes tienen derecho a expresar sus opiniones, que hoy en día gobernar es comunicar, que la Contraloría pretende convertirse en un censor de la radio y televisión dado lo subjetivo del concepto de frivolidad. Además, se alega que tendría tejado de vidrio porque utiliza la caricatura de un pájaro (Contralorito) para difundir sus funciones.

Respecto de esto último —y estando en contra del empleo de personajes para representar instituciones públicas (Contraloría no es la única)—, nos parece que en estas materias no procede la lógica del empate: “si tú frivolizas, yo también”, sino examinar cada actuación en su propio mérito.

Sobre que se trata de un aspecto de apreciación subjetiva, hay que decir que lo mismo sucede con otros conceptos utilizados para calificar una función pública, como probidad o transparencia. Lo relevante es que el juicio esté respaldado en antecedentes objetivos; y es un hecho público y notorio que algunos alcaldes asisten a espacios televisivos no para informar sobre su comuna, sino para comentar y dar opiniones sobre un cuanto hay de asuntos, con lo que “gobernar es comunicar” no pasa de ser un eslogan atractivo que no resulta aplicable a este tipo de participación radial o televisiva. 

No hay censura ni restricción a la libertad de expresión, ya que esa autoridad edilicia puede dar su opinión por cualquier medio; lo que se objeta es que formen parte estable de shows que son percibidos como de entretención y de tono superficial, si no farandulero. La Contraloría tiene competencia y buenas razones para advertir a los alcaldes que su autoridad puede verse deslegitimada por estas apariciones.

Los alcaldes —hay que reconocerlo— no tienen el monopolio de la frivolidad. La semana pasada, como el Senado declaró inadmisible el proyecto de ley que prorrogaba permisos de circulación aprobado por la Cámara de Diputados, esta última, en un gesto infantil (del picado, diríamos), declaró también inadmisible un proyecto del Senado que extendía el plazo de la revisión técnica. 

En Comisión Mixta se llegó al consenso de aprobar ambas iniciativas, pero, al tratar de esquivar la inconstitucionalidad por falta de patrocinio del Ejecutivo, se cambió el texto del proyecto sobre permisos de circulación y se lo dejó solo como una liberación de las multas por transitar con permiso vencido, y permitiendo que se den todos los demás efectos del pago atrasado, como multas, intereses, pago sin cuotas, etc. Aun así, las salas tanto del Senado como de la Cámara lo aprobaron, en una muestra de frivolidad que resulta difícil de superar y que ha obligado al Presidente Piñera a enviar un veto aditivo que repara en parte las deficiencias del texto legal. 

En tiempos de crisis debe exigirse a quienes ejercen potestades públicas evitar toda conducta que sea o pueda parecer frívola, populista o irresponsable. Se requiere que en sus actuaciones y en sus declaraciones a la prensa predominen la sobriedad, la mesura y especialmente un respeto estricto a las normas jurídicas que nos rigen. 

Si eso es lo que se nos está pidiendo a todos los ciudadanos, las autoridades debieran partir por dar el ejemplo.

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por El Mercurio, el martes 31 de marzo de 2020.