La familia cubana, principal víctima del castrismo
Andrés Reynaldo | martes 23 de diciembre de 2008 | Sección: Historia, Política, Sociedad
Nada bueno podrá leer la posteridad acerca de Fidel Castro en las trágicas páginas de la familia cubana.
Nada bueno podrá leer la posteridad acerca de Fidel Castro en las trágicas páginas de la familia cubana.
Se han roto los consensos básicos sobre los que apoyar la convivencia y se han establecido unos nuevos, que más que fomentar el diálogo, atrincheran las ideas.
Esta responsabilidad no es una utopía abstracta, ni se diluye en “la humanidad”, sino que nos afecta a cada uno. Particularmente a los cristianos, y de una manera inmediata, a los fieles laicos.
Breves respuestas a los argumentos más frecuentes en favor de la eutanasia, los que suelen basarse en casos extremos, manipulación de sentimientos como la compasión, o el miedo al sufrimiento.
Aplicar un conjunto de leyes basadas en la unión entre personas de distinto sexo a una relación donde las partes son del mismo sexo es como aplicar al fútbol las reglas del baloncesto.
Hasta ahora, no es evidente que el país cuente con un candidato que cumpla los requisitos deseables para tan alta magistratura. ¿Cuáles pueden ser estos? Principios claros y consistentes, una visión del país y su desarrollo futuro sustentados en los mismos y una comprensión de la realidad nacional que no sea pura o casi exclusivamente económica.
Reproducimos el discurso completo que el Papa Benedicto XVI dirigió a los obispos de Chile, a quienes recibió en audiencia con motivo de la visita “ad limina Apostolorum”. El Santo Padre los llamó especialmente a cultivar una intensa vida interior y de fe profunda, para que así maduren las mejores iniciativas pastorales para responder a las necesidades espirituales del pueblo fiel.
¿Qué extraña enfermedad mental se ha apoderado de los dirigentes políticos que son incapaces de utilizar la razón y los principios científicos para aplicar políticas concretas?
Entre esa juventud idealizada –simplemente porque martillea con frenesí mediaguas de emergencia– o aquella rechazada –porque ‘poncea’ grotescamente en cada parque disponible– hay otras muchas, silenciosas y verdaderamente eficaces.
Abunda el optimismo, la seguridad, la confianza, porque existe una clara posibilidad de “ser” gobierno… sin embargo se descuidan las Universidades, los sindicatos, las asociaciones gremiales y profesionales