Es una toma de conciencia, una verdadera epifanía, como un “trampantojo”, un engaño, que afortunadamente el pueblo chileno, según las encuestas más acreditadas, se apresta a rechazar en dos semanas más.
¿Están las Escuelas de Pedagogía preparando docentes para proveer conocimientos firmes y formar el carácter de los estudiantes?
Ética y política se requieren mutuamente para una vida social humanamente digna. Si bien la Constitución es esencial, no es suficiente.
El antisemitismo actual viene con nuevos bríos provenientes de millones de jóvenes progresistas con mentes y almas trabajadas durante años.
Quienes nos formamos en la educación pública vemos con desazón esta realidad; sabemos que es posible la buena educación pública.
Fracasó la agenda educacional del FA y el PC, y deben hacerse responsables del daño que han causado a miles de niños y jóvenes.
Por primera vez la Constitución reconocería inequívocamente la familia. Esta debería ser una de las principales banderas a favor de la propuesta.
Muchas veces los criterios de selección no consideran los fundamentos, decisión que resulta imprudente respecto a la misión de un buen colegio.
Este instituto ha cumplido un rol decisivo en el cultivo y fomento de la cultura clásica y cerrarlo sería un retroceso cultural.
Hace cuatro años la clase política convenció a la mayoría de los chilenos que la Constitución era responsable de sus penurias.
