Evópoli representa lo que a mí no me gusta para nada. Postulan liberalismo económico, en eso estamos de acuerdo, pero, ¿qué persona medianamente normal no lo postularía hoy día? En todo lo demás estoy en desacuerdo con ellos.

Están a favor del pacto migratorio; en contra del gobierno militar; repiten una a una las monsergas zurdas; repudian que sus socios de coalición se relacionan con Bolsonaro; para ellos no existen tradiciones; favorecen el matrimonio homosexual, la adopción homosexual y muchos de ellos el aborto en alguna de sus formas; son globalistas, no en el sentido comercial sino cultural. Son en general, un grupito de “niñitos bien”, clavadores de tablas, bebedores de café en Starbuck, políticamente correctos, “cosmopolitas”. Ya lo saben, unos “buenistas”. Será por eso que JAK y Ossandón tienen más adherentes y ellos no obtienen apoyo significativo más allá del “sector oriente de la capital”. Será por eso que a Felipe Kast le ofrecieron a cambio de su puesta en escena en la primaria arreglada un cupo de diputado por Las Condes o de senador por La Araucanía, solo lugares seguros o no ganaba.

Para mi está claro, son socialistas que creen en el mercado. Solo eso, nada nuevo bajo el sol. No son libertarios, son liberticidas. No podemos mantener una sociedad capitalista sin valores que la sostengan. Evópoli es solo ideología sin sustento antropológico. Para ellos no existe la historia, no existe el hombre, ellos lo construyen hoy ¿Habrán leído a Marx y no lo entendieron?

Espero que Evópoli no tenga futuro, porque si en esto se transformará la derecha, yo me hago de izquierda.

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por el autor en su blog https://blog-de-maximo.blogspot.com/