Sobre el proceso en mi contra

Gonzalo Rojas S. | Sección: Educación, Sociedad

El martes 10 de septiembre de 2018 he sido notificado en mi correo-e de la Resolución 611/2018 de la Secretaría General de la P. Universidad Católica de Chile, que se ha iniciado un proceso en mi contra. Habían pasado 7 días desde que la Secretaria General de la Universidad, Marisol Peña Torres, recibiera en su correo-e esa denuncia y 6 desde que dictó la Resolución, fechada el día 5, aunque sólo se me comunicó el día 10. Habían pasado también nueve días que la prensa divulgara esa denuncia y una semana desde que yo había solicitado a esa misma funcionaria el conocimiento de la denuncia, el que ella misma me denegó por correo-e.

Se trata de un acción iniciada por la FEUC, por haber defendido mi honra ante la agresión verbal de un alumno de periodismo, habiendo obtenido satisfactoriamente reparación de su parte, una vez que funcionó el Ombuds de la Universidad, la instancia de mediación. Es probable que en los próximos días se presente una denuncia paralela por una situación similar. Por supuesto, me empeñaré a fondo en demostrar mi absoluta inocencia respecto de los cargos formulados, todos falsos y denigrantes.

Por mi parte, he presentado también en Secretaría General un listado de preguntas sobre los derechos de los que soy titular como profesor de la Universidad, para poder utilizar todos los recursos legítimos en esta contingencia. Me han sido respondidos satisfactoriamente. Ante la petición de “guardar reserva” que aquella repartición me ha hecho, he comunicado que haré uso de la garantía establecida en el artículo 19, nº 12 de la Constitución Política de la República. Con mi abogado, hemos presentado también ante ese tribunal una cuestión de previo y especial pronunciamiento, haciendo ver que la instancia mediadora cerró el tema a satisfacción de las partes, por lo cual mal puede una de ellas denunciar ahora a la otra sobre los mismos hechos.

Al mismo tiempo, he solicitado audiencia personal al señor Rector de la Universidad, quien me la ha concedido para el viernes 14. Daré cuenta de esta gestión oportunamente.

Paralelamente, he procedido a hacer la denuncia ante la Secretaría General de la Universidad, para que se instruya el debido proceso en contra de quienes han vuelto a difamarme con la denuncia que motiva estas líneas: el alumno de periodismo y la Directiva de la Federación de Estudiantes. Confío en que esas personas serán investigadas y sancionadas por la falsedad de sus denuncias y el grave atentado a mi honra.

También me he reunido con el Decano de mi Facultad, profesor Carlos Frontaura, le he solicitado una reunión extraordinaria del H. Consejo de Facultad del que formo parte, y he solicitado verbalmente al Director del Departamento al que pertenezco, profesor Felipe Widow, que considere una serie de medidas respecto de mi docencia. Si él las aprueba, las daré a conocer.

Solidarizo con los profesores Alejandra Ovalle y Raúl Madrid, a quienes en los últimos días se amenazó públicamente con procesos paralelos, habiéndose concretado ya esa instancia con el segundo de los mencionados.

He recibido miles de muestras de afecto y solidaridad de parte de mis alumnos actuales, de numerosos ex alumnos, de profesores de muchas comunidades universitarias y de muchísimos amigos que en los últimos días me han manifestado su afecto y solidaridad. A quienes me apoyan, les pido que activen su protesta civilizada a raíz de este inaudito e injusto procesamiento.

He solicitado al profesor Mario Correa Bascuñán que me asesore en todos los aspectos procesales internos. En el resto de las dimensiones de esta controversia  -personales, doctrinarias, comunicacionales, etc.-  prefiero no comprometerlo.

A pesar de la gran tristeza que me provoca esta agresión, seguiré circulando por los pasillos de la Universidad y haciendo mis clases con la frente en alto y la voz serena, como ha sucedido desde hace 43 años. Un intento tan descarado por afectar mi honra, vulnerar mis convicciones y dañar a la Facultad, no va a contar con la complicidad de mi debilidad.

Perdono a todos los que han iniciado esta acción inicua o le han dado imprudente curso procesal. Pero que ninguno de ellos se confunda: usaré todos los medios morales y jurídicos lícitos para defender mi honra, así como para perseguir en todas las instancias correspondientes, dentro y fuera de la Universidad, las responsabilidades de quienes han hecho esta falsa denuncia y de quienes la han acogido a tramitación o la han cohonestado.

Pido a Dios que me dé la fortaleza y la sabiduría para actuar sin rencor y con sentido de bien común.