Muchísimo peor que el escándalo SQM

Lillian Calm | Sección: Historia, Política, Vida

Me da lástima el senador Jorge Pizarro, pero no por lo que pueda suponerse: la petición, la semana pasada y de parte del Ministerio Público, de su formalización como presunto autor de delitos tributarios reiterados en relación al caso SQM. Me refiero a algo muchísimo más grave.

En realidad, cada uno elige cómo quiere pasar a la historia. A la historia o a la pequeña historia, ésa que los franceses han definido tan bien como la petite histoire, la que retrata las menudencias de la vida.

Pero el voto decisivo de Jorge Pizarro, ése que en enero abrió la compuerta para que se legisle sobre el aborto en Chile, está muy lejos de ser una menudencia y tendrá más repercusiones de las que él ni siquiera jamás pudo imaginar.

Es curioso eso sí que cuando el proyecto para despenalizar el aborto en sus tres causales, impulsado por el Gobierno de la Nueva Mayoría, pareciera dar sus últimos pasos, él no lo esté pasando nada de bien.

Recordemos: en los primeros días del año, la Comisión de Constitución del Senado aprobó la idea de legislar. El primero en manifestar su voto a favor fue el DC Jorge Pizarro, que reemplazaba al senador Pedro Araya. Recordemos que en septiembre pasado había sido el voto de la senadora y presidenta de la DC, Carolina Goic (y hoy candidata presidencial con raquíticos porcentajes en las encuestas), el que había dado la primera luz verde al proyecto en la comisión de Salud del Senado.

El hecho es que de aprobarse ese proyecto que cuenta con la venia de los Pizarro y de las Goic, miles y miles de chilenos que podrían nacer serán extirpados desde sus madres cual simples tumores malignos.

Jacques Maritain se habría caído de espaldas. ¿Y por qué saco a relucir a Maritain? Sencillamente porque Pizarro y Goic son senadores demócratacristianos y ese filósofo francés hasta hoy es considerado uno de los mayores exponentes del humanismo cristiano, la ideología de sus raíces. A menos que el humanismo cristiano ya no conforme las raíces de la DC.

Sí: Maritain era converso al catolicismo y a mayor abundamiento tomista, lo que me imagino que quizás para muchos hoy resulta solo papel picado.

Sin embargo los demócratacristianos han –o habían– sostenido durante décadas que la persona está en el centro de su acción política (o algo así) y más encima expresan que deben guardar “conciencia plena con su ideario”.

Pienso que no sólo se caería de espaldas Jacques Maritain sino, también y más cercanos, los fundadores de la Falange. Pero ello siempre que sea efectivo hasta hoy lo que esos primeros sostuvieron en su ideario plasmado en los  Acuerdos del V Congreso Ideológico y Programático de la Democracia Cristiana”, realizado hace una década, en 2007. (Me temo que los militantes de hoy lo encuentren pasado de moda o ni siquiera lo hayan leído).

Ahí definen su colectividad como “un partido doctrinario e ideológico, que orienta sus acciones y principios y valores fundamentales”, para luego aseverar que creen “en el sentido ético de la política”.

Ese documento, cuyas máximas consideran su “identidad” llega a referirse a “nuestras fuentes filosóficas”, y señalan que fundan sus raíces “en la tradición del humanismo y la doctrina social cristiana que, desde fines del siglo XIX, denunció las injusticias del mundo moderno invitando a luchar por una nueva sociedad –distinta del liberalismo individualista y el socialismo marxista– a partir del mandato evangélico del amor al prójimo, expresado en los valores de la libertad, la justicia social y la solidaridad”.

Perdón, pero me parece que el mandato evangélico no sólo hay que cacarearlo, sino también procurar vivirlo.

A estas alturas, y al lado del voto pro aborto de Pizarro, ya me parece de menos calibre el asunto SQM y ni venial, como se dice, el viaje del senador Pizarro en 2015 a Londres (inmediatamente después de retratarse en una gira relámpago a su damnificada zona, junto a la Presidenta Michelle Bachelet), atraído por la Rugby World Cup.

Ello le valió ser linchado virtualmente por gran parte de la ciudadanía no sólo porque en esos días debía trabajar en su semana distrital, sino porque (y para más remate justo antes de que él se embarcara en el avión al Reino Unido) parte importante de su región nortina se vino abajo con un fuerte terremoto. Hubo muertes, pérdidas de hogares y de enseres.

¿Su explicación? Que era un viaje programado con antelación, familiar y pagado por sí mismo (es decir, afortunadamente, no contemplaba viáticos parlamentarios). Agregó que su decisión estaba muy lejos de la frivolidad porque el rugby significa mucho en su vida.

Dios quiera que los no nacidos y su propia región puedan algún día llegar a significar tanto como el rugby en la vida de Jorge Pizarro. Se lo deseamos, de verdad, con toda el alma al honorable senador.

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por Temas y Noticias, www.temas.cl.