No les importa

Axel Buchheister | Sección: Política

Sorprendentes fueron las declaraciones del intendente de La Araucanía, en relación con el ambiente que se vive en su región: “Este ha sido uno de los momentos más difíciles, no solamente de mi vida política, sino que también de mi vida personal. Me siento un poco débil, de repente con dificultades para tomar decisiones. Estoy pasando un momento complejo y debo reconocerlo”.

Si bien cabe destacar la honestidad de una autoridad –las que en Chile nos tienen acostumbrados a los eufemismos y evasivas, que son formas de faltar a la verdad– reconociendo las dificultades que enfrenta para ejercer su función, pareciera que aquel que expresa ese grado de derrotismo no debiera seguir cumpliéndola. Pero estamos en el gobierno de la Nueva Mayoría, con todos sus “cuoteos” partidarios e inepcias, y es muy posible que continúe ahí sin novedad. Por lo demás, si nadie ha hecho nada efectivo en dos décadas para resolver el creciente problema de la “violencia rural”, entonces qué se le puede pedir al actual mandamás regional. O más bien, manda poco o nada.

Porque el reconocimiento del intendente tiene otra dimensión que la personal: en Chile las autoridades regionales tienen poco poder, y hacen lo que se les pide o permite desde el gobierno central. Y el efecto de eso para la paz y la convivencia en la zona ha sido letal. Porque si el intendente tuviera poder real y dependiera del voto de los habitantes de su región, no podría mantenerse en su cargo con lo que pasa en La Araucanía. Si el nivel de estragos e intimidación –por las causas que sea– que hay en la última, se dieran –por ejemplo– en el estado norteamericano de Texas, ¿cree usted que los gobernadores del Estado podrían exhibir los magros resultados que se obtienen en nuestra IX región? Tendrían el asunto resuelto hace década y media, o habrían quedado cesantes.

Pero las autoridades centrales se pueden hacer las lesas, porque no dependen de los votos, sino marginalmente, de los habitantes de la región. Y la mayoría de los chilenos no nos vamos a jugar por ellos, aunque nos impresione lo que vemos cada noche en los noticieros. Entonces, el gobierno central los ha dejado caer y es lo que hemos visto, particularmente en los últimos años, en que el asunto se “pastorea” a la espera de que concluyan los que faltan de mandato; ya otros verán. Además, para qué pagar los costos de reprimir la violencia, cuando los violentistas gozan de popularidad internacional. Así, un personaje que es la máxima autoridad de la ONU en materia de derechos humanos, sin ruborizarse, le dejó un video a nuestra Presidenta cuando lo visitó (no se dignó a estar presente), dándole lecciones sobre el excesivo uso de la fuerza por parte de Carabineros en La Araucanía: para él los incendios, asesinatos, asaltos, etc., no existen ni tienen que ver con tales derechos.

Nada va a cambiar en La Araucanía, porque la situación no les importa a las autoridades de gobierno. Pues una cosa es que digan que sí y otra que paguen los costos de que efectivamente les importe. Y como a los nuevos intendentes electos no se les dará poder real en materia de seguridad pública –si es que en alguna–, todo irá de mal en peor.

Nota: Este artículo fue publicado originalmente por La Tercera.