Bienvenidos los nuevos Gonzalo Vial

Gonzalo Rojas Sánchez | Sección: Educación, Historia, Sociedad

#02-foto-1Esta es una pregunta muy frecuente: ¿Qué Historia de Chile conviene leer para tener una visión adecuada de nuestro pasado reciente?

Invariablemente, la respuesta es la misma: Cualquiera de las dos versiones del señero trabajo de Gonzalo Vial Correa: o su “Historia de Chile” en varios volúmenes o su “Chile, cinco siglos de Historia”.

Gonzalo Vial fue uno de esos chilenos de generosidad ilimitada que cada tanto llenan la escena nacional. Hombre dotado de un talento intelectual y moral de máxima excelencia, pudo haberse dedicado a una noble actividad, “ganar plata”, seguida de esa noble aspiración, “darse gustitos”, pero entendió que ninguna de las dos tienen nobleza alguna si no están insertas en una vida en que se entregue a los compatriotas lo que se ha recibido de Dios como don pleno.

Gonzalo Vial fue ciertamente un gran abogado, pero ¿cabía la posibilidad de que se hubiese conformado con esa sola dimensión en su vida? Sí, cabía.

Y ciertamente rechazó esa unilateralidad, para dedicarse a una actividad tan multifacética como exigente: profesor universitario de atractivo máximo, decano de una facultad de educación, ministro del ramo, gestor de una de las iniciativas educacionales más exitosas para superar las pobrezas, columnista filoso, historiador incansable, conferencista original. Todo eso enmarcado en una ejemplar vida de fe y de familia.

Me correspondió llevarle el vaso de agua a la sala cuando, 40 años atrás, comenzaba a ser su discípulo. ¡Qué importante, no! Para un joven licenciado en Derecho y estudiante de licenciatura en Historia, ese vaso de agua significó mucho con el paso de los años: Gonzalo Vial fue la nutriente y el ejemplo de tantos proyectos después emprendidos.

Hoy necesitamos muchos jóvenes dedicados a la educación y a las Humanidades. La vida de Gonzalo Vial les debiera marcar ese rumbo de servicio.