Selección en colegios emblemáticos

Germán Gómez Veas | Sección: Educación, Política

#09-foto-1A propósito de la aprobación del proyecto del gobierno que pone fin al lucro, al copago y la selección en el sistema escolar, cabe subrayar que sobre el último objetivo hay una preocupante opacidad, la que está siendo cada vez más extendida a partir de las interpretaciones del texto que se conoce hasta ahora.

El ministro de Educación por ejemplo, comentó en un programa de radio que el mejor de los liceos públicos en contraste con lo que muchos piensan, no promueve una movilidad social a jóvenes desfavorecidos económicamente, ya que en él estudian jóvenes de clase media acomodada, y que por tanto los cambios en su sistema de selección vendrían a romper esa situación. Por otra parte, los dirigentes de Evópoli anunciaron que iniciarán una campaña para “salvar” los establecimientos emblemáticos teniendo como objetivo restablecer la posibilidad de que escuelas de excelencia o que posean proyectos diferenciadores (por ejemplo artísticos) puedan mantener un sistema de admisión en base a pruebas de selección que les garantice un trabajo eficaz. Ahora bien, ¿de qué se está hablando en ambos casos?
En concreto, este capítulo inicial del proyecto para reformar nuestro sistema escolar señala que respecto de los colegios que el gobierno denomina “proyectos educativos de características especiales”, solo un 30% de su matrícula la podrán materializar mediante el proceso de selección que actualmente aplican, basado fundamentalmente en la rendición de pruebas académicas. Esta restricción obviamente afectará la línea de trabajo pedagógico en los escasos centros educativos públicos de buen desempeño. Pero esto no es todo. Estas unidades educativas deberán abordar una exigencia adicional, puesto que al parecer, tendrán que admitir un 20% de alumnos que hayan logrado los mejores promedios en sus centros educativos de origen, sin que ellos deban rendir pruebas de admisión. Creemos que estas nuevas exigencias deben ser formuladas con mayor precisión.

Pero hay más. A esta mal definida parte de la selección en los colegios, se suma el equívoco concepto de “establecimiento emblemático”.

Al respecto, la Real Academia de la Lengua define emblemático como aquello que es “significativo o representativo”. En este sentido, ¿cuáles son los liceos públicos emblemáticos del país?, ¿cuándo un colegio público llega a ser significativo o representativo? Y a fin de cuentas, una vez que una escuela pública es calificada como emblemática, ¿puede dejar de serlo por alguna razón?

Pongamos por caso la Escuela Superior de Santiago, conocida por mucho tiempo como Escuela La Campana y que hoy lleva el nombre de quien fuese su más insigne alumno, Cadete Arturo Prat Chacón. ¿Ella es emblemática, o no califica en esa jerarquía? Un segundo caso: ¿se acredita como emblemático el Liceo Narciso Tondreau, uno de los diez establecimientos más antiguos de nuestro país y por cuyas aulas han pasado compatriotas que han dado identidad no solo a Chillán, la ciudad en que este centro educativo existe, sino del que también han egresado numerosos profesionales que han destacado en la construcción de nuestro Chile moderno?