Un periodista de derechas ha llamado la elección una zurra, y uno de izquierdas se queja de que Obama está rodeado de chupamedias, que encuentran todo bueno y no le dicen la verdad.

El resultado ha sido desastroso para los socialistas que se llaman demócratas. Y la reacción es buscar posiciones mas extremas. Obama está movido por una ideología rígida, que ignora la realidad. Solo los genios de Oslo pueden darle el premio Nobel de la paz, a pesar de vivir para políticas que fomentan la división y el odio. Y todo ello se ve respaldado por periodistas que contemplan un mundo imaginario, en el que lo que cuenta son las intenciones y la forma de expresarlas, sin considerar para nada los resultados, imaginando un príncipe cuando miran un sapo.

Por ejemplo, el salario mínimo, como si echarle agua a la sopa mejorara el alimento. El valor del dinero depende del valor que agrega el trabajo. Si se aumenta lo que se paga al principiante de bajo rendimiento, los precios tendrán que subir, o habrá mucho desempleo. Esto es obvio, excepto para los expertos que “demuestran” lo contrario. La gente normal tiende a abusar de los servicios gratuitos, como la atención médica. La ley demócrata, aprobada con una maniobra, cuando las elecciones habían ya generado una mayoría en contra, que estaba por instalarse en pocos días, establece que todos tienen que tener seguro de salud, incluyendo aborto provocado y contraceptivos gratuitos (forzado en las instituciones de base religiosa) e ignorar enfermedades preexistentes. En otras palabras, uno puede asegurarse cuando se enferme, y no pagar seguros cuando esta sano. Sorpresivamente, esto ha resultado en un gran aumento del costo de seguros, en vez de los $2,500 de ahorro para cada persona, prometidos por el Presidente.

Después de seis años de echarle la culpa al Presidente anterior, la gente reaccionó, a pesar de la enorme ventaja que representa haber sido elegido anteriormente. Como se decía, lo que cuesta es ser candidato la primer a vez.

La política económica de Obama, tal como en Japón, ha sido basada en política monetaria y expansión del gobierno, ignorando la economía. La emisión monetaria, facilitada por la electrónica, puede dar ayuda momentánea, pero es un mero tratamiento sintomático que no cura la enfermedad. Típico de esto es el oleoducto Keystone, para traer petróleo de Canadá a Texas, para refinarlo, generando miles de empleos, pero ha sido impedido por la influencia de los “verdes”. Coaliciones dispares tienen ese problema. Y la política internacional ha sido desastrosa, en Irak, Afganistan, Libia, Siria, etc.

La influencia de la prensa y televisión, “barra” demócrata, no logró ocultar tantos errores, de modo que los Republicanos reemplazaron siete, y probablemente nueve senadores demócratas y no perdieron ninguno. Aumentaron una ya gran mayoría en la Cámara, y ganaron cuatro gobernadores, perdiendo solo uno. Estados tan izquierdistas como Masachussets, Maryland e Illinois, eligieron gobernadores republicanos. El mapa del país, que tiñe de rojo todos los departamentos ganados por los Republicanos, y de azul, los Demócratas, es impresionante, y se encuentra en “Real Clear Politics”.