Katyn

Gastón Escudero Poblete | Sección: Historia, Política

#03 foto 1 autorEste 8 de abril se han cumplido 74 años desde el inicio de las Matanzas de Katyn, suceso histórico que vale la pena conocer y recordar.

El 1º de septiembre de 1939 Alemania invade Polonia, hecho que dio inicio a la Segunda Guerra Mundial. La URSS hace lo mismo 16 días más tarde. Polonia se rinde a comienzos de octubre y se la reparten ambas potencias, que el año anterior habían suscrito un tratado de no agresión.

Los soviéticos toman varios miles de prisioneros: oficiales de ejército y civiles (académicos, artistas, intelectuales…), en general representantes de la élite intelectual y cultural de Polonia, quienes fueron trasladados a ocho campos de prisioneros ubicados al oeste de Rusia y quedaron bajo tutela del Servicio Secreto Soviético (NKVD). En total eran unas 40 mil personas.

En los primeros días de marzo de 1940 el Comité Central del Partido Comunista de la URSS, específicamente Stalin, ordena la ejecución de los prisioneros de tres de los centros de detención. El 8 de abril comienzan a ser trasladados a una zona boscosa llamada Katyn, cerca de la ciudad de Smolensk. Para asegurarse que no hubiera testigos, la policía seleccionó un espacio de 1 Km², el camino fue cerrado y se prohibió transitar por las inmediaciones. Los prisioneros fueron ejecutados a medida que iban llegando al lugar mediante un balazo en la nuca y los cuerpos se enterraron en fosas comunes, apilados a razón de unos 500 cadáveres por fosa. Las ejecuciones se extendieron por cinco semanas. Al terminar la NKVD tomó providencias con la intención de que los cadáveres jamás fueran encontrados.

A fines de 1940 Alemania rompe relaciones con la URSS y en junio de 1941 la invade, ocupando, entre otras, la zona de Smolensk. Esto posibilitó el descubrimiento de la masacre. Un oficial alemán que revisaba la zona de los bosques de Katyn encontró unos huesos al lado de una cruz hecha con ramas de árbol, reportando el hallazgo a sus superiores. Excavaciones pusieron al descubierto enormes fosas con cadáveres apilados, todos con uniformes, insignias y medallas, pero sin anillos ni relojes. Médicos forenses alemanes, polacos y de otras nacionalidades formaron un equipo de investigación dirigido por la Cruz Roja Polaca. Se encontraron casi 22 mil cadáveres.

En abril de 1943 se hace público el descubrimiento. Alemania culpa a los soviéticos pero éstos niegan su autoría. El gobierno polaco en el exilio presenta sus reclamos al gobierno soviético y notifica al gobierno de Churchill de la masacre, pero éste, para no complicar las relaciones con su aliado de guerra, desestima la acusación y adhiere a la versión soviética. En septiembre de 1943 los soviéticos vuelven a ocupar la zona de Smolensk y una Comisión Especial de la NKVD realiza sus propias investigaciones; en enero de 1944 da a conocer un comunicado que informa que los asesinatos fueron cometidos el otoño de 1941 y culpando a los alemanes.

En 1946 el Tribunal Militar Internacional de Núremberg interroga a testigos de las matanzas con el fin de esclarecer la verdad acerca de la autoría, pero los soviéticos refutaron las pruebas y el caso quedó inconcluso. En 1948 el Congreso de los Estados Unidos establece una comisión para investigar el caso concluyendo en 1952 con un informe que declara la responsabilidad de la NKVD, pero el gobierno soviético siguió negando su autoría.
#03 foto 2En 1990 el gobierno del Mijaíl Gorbachov entrega al jefe de Estado polaco Wojciech Jaruzelski documentos que establecen la autoría del gobierno de Stalin de las matanzas de Katyn, y en 1992 el presidente ruso Boris Yeltsin entrega al presidente polaco Lech Walesa los archivos secretos del caso conteniendo la orden del gobierno de soviético de ejecutar a los prisioneros y otros que prueban el encubrimiento posterior.

En 2007 la historia es llevada al cine por el prestigioso director polaco Andrzej Wajda, cuyo padre fue una de las víctimas de la masacre. La película “Katyn” se puede ver en excelentes condiciones en http://es.gloria.tv/?media=377028.

Permítame, estimado lector, una visión de los hechos desde una perspectiva más amplia en el tiempo.

En julio de 1917, en su tercera aparición en Fátima, la Virgen María comunica a tres niños el próximo fin de la Primera Guerra Mundial, pero anuncia que “si los hombres no dejan de ofender a Dios, otra guerra más terrible comenzará durante el pontificado de Pio XI… Para prevenir esto, vengo al mundo para pedir que Rusia sea consagrada a mi Inmaculado Corazón… Si mis deseos se cumplen, Rusia se convertirá y habrá paz, si no, Rusia repartirá sus errores por el mundo, causando guerras y persecuciones a la Iglesia. Los justos serán martirizados; el santo Padre tendrá mucho que sufrir; varias naciones serán aniquiladas. Pero al fin, mi Corazón Inmaculado triunfará. El santo Padre consagrará Rusia a mí, y ella será convertida, y un período de paz será otorgado al mundo”.

La referencia a la expansión del comunismo con la expresión “Rusia repartirá sus errores por el mundo” es clara. La revolución bolchevique ocurrió tres meses más tarde, en octubre. En 1919 tiene lugar la primera manifestación de esta profecía: la guerra polaco-soviética. Más allá de las pretensiones expansionistas de ambos países, lo cierto es que si la URSS derrotaba a Polonia quedaba con la vía expedita para exportar la revolución a Europa Occidental. Varsovia estuvo a punto de caer, pero en 1920 las fuerzas polacas derrotaron sorpresivamente a los soviéticos, lo que llevó a éstos a pedir la paz. Las fronteras acordadas en el Tratado de Riga, de marzo de 1921, se respetaron hasta 1939, cuando la URSS invadió Polonia. Juan Pablo II interpretaba la victoria polaca como una defensa triunfal de occidente contra el comunismo por parte de su nación.

El jerarca que ordenó las ejecuciones de Katyn, Joseph Stalin, era en 1919 miembro del Consejo Militar Revolucionario, suprema autoridad militar soviética en esos años, y recibió críticas por sus errores en el frente polaco. Nunca perdonó la afrenta y cuando pudo vengarse lo hizo. El sitio web oficial de Katyn afirma: “Durante la Gran Purga en los años 1937-1938, realizada con el fin de pacificar la rebelión antibolchevica latente en todo el territorio de Rusia, los soviéticos destruyeron con un encarnizamiento especial a los círculos polacos en su país. En aquel entonces habían sido matados con un balazo en la nuca más de 70 mil polacos (ciudadanos de la Unión Soviética)… Cuando en septiembre 1939 Stalin, tras establecer la alianza con Hitler, atacó a Polonia invadida por los nazis, uno de sus propósitos fue destruir el estado polaco. Desde los primeros momentos de la agresión, los soviéticos aislaban consecuentemente (o asesinaban de una vez) a las personas consideradas representantes del grupo directivo del estado que se pretendía destruir, especialmente el cuerpo de oficiales de las fuerzas armadas. Se puede asumir que las autoridades soviéticas habían planeado de antemano la eliminación sistemática de las élites”. Las ejecuciones de Katyn fueron una maniobra de venganza por la derrota de 1920.

#03 foto 3 (ojalá salga entera)El alzamiento de la URSS en 1945 como el principal vencedor de la Guerra y la incorporación de Polonia al grupo de naciones que le quedaron sometidas parecieron darle la victoria definitiva a Stalin. Sin embargo, mientras se perpetraba la masacre de Katyn, un hijo de la nación polaca de 20 años vivía su fe católica al calor de su pasión por el teatro y trabajando como picapedrero en una cantera. Su nombre: Karol Wojtyla. Años más tarde, ya como papa, cumplió la petición de la Virgen en Fátima de consagrar Rusia, en comunión con todos los obispos del mundo, a su Inmaculado Corazón.

La película  muestra a las víctimas de Katyn rezando el Padre Nuestro al momento de ser ejecutados. No me cabe duda de que sus oraciones y su sangre abonaron la vocación de Wojtyla y contribuyeron a que la lucha de éste contra el marxismo culminara exitosamente en 1990. Por segunda vez en setenta años sangre y cultura polaca se erigieron como un muro infranqueable frente a la expansión de los “errores de Rusia”.