¿Qué recomendaría a los electores después de que se ha sabido que Sebastián Piñera está dispuesto a repartir la Píldora del día después, porque su consumo “es una decisión que debe tener en conciencia y libertad cada persona”?

Equipo VivaChile.org | Sección: Pregunta de la Semana
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¿Qué recomendaría a los electores después de que se ha sabido que Sebastián Piñera está dispuesto a repartir la Píldora del día después, porque su consumo “es una decisión que debe tener en conciencia y libertad cada persona”?
VivaChile.org consultó la opinión de varios intelectuales y profesores sobre esta materia. Las siguientes fueron sus respuestas.

Opiniones

Leonardo Bruna dice:

En el tema de la venta y/o entrega de la píldora sólo se considera la libertad del individuo frente a lo que se le ofrece, pero no se piensa suficientemente en el deber de la Autoridad respecto de lo que legaliza u ofrece. El Estado, en virtud de su obligación respecto del bien común, no tiene derecho a promover, legalizar, entregar o mandar algo contrario al bien natural de los ciudadanos. Basta la sola posibilidad de que el embrión recién constituido sea persona y de que el Levonorgestrel actúe como abortivo para que sea ilícito entregar la píldora. Y el Estado debiera prohibir no sólo la entrega en consultorios sino también su venta en las farmacias, porque la injusticia no está en que sólo algunos tengan la posibilidad de obrar mal (los que puedan usarla comprando en farmacias), sino en que la Autoridad, traicionando su deber propio, aliente y presione una conducta inmoral.

Jesús Ginés Ortega / Instituto Berit de la Familia, UST dice:

Desde luego hacerle llegar nuestra más solemne protesta por lo afirmado. Simplemente vergonzoso Hacerle ver que un católico no votará jamás por un homicida, aunque sea de los que matan a criaturas de un dia. Me temo que con esta declaración, le ha abierto el camino a Frei, que, a lo mejor actúa mejor después si es que cuenta copn algun buen consejero.

Vicente Cordero Barrera dice:

Recomendaría, para la elección de Diciembre, anular el voto. Como no se ha comprobado que no es abortiva, y si en cambio hay indicios sólidos de que lo es, abogar temerariamente por la libertad de conciencia, cuando está de por medio la posibilidad cierta de definir el destino de la vida de una persona, equivale a amparar una virtual actitud criminal, lo que revela una cobardía moral (del delincuente y de Sebastián Piñera) de la que no cabe sino esperar cualquier cosa. Ceder en este punto es ceder en todo. Parece que definitivamente… no tenemos candidato.

Amaya Yrarrázaval dice:

Que no cree en Dios, que no cree en la ciencia, que no cree en el ser humano, que no cree en la maternidad. ¿En qué cree?

Raúl Madrid / Centro de Estudios para el Derecho y la Etica Aplicada (CEDAP-UC). Pontificia Universidad Católica de Chile. dice:

El candidato Piñera nos pone las cosas difíciles. Creo que sería del caso solicitarle formalmente un pronunciamiento sobre el particular. Si insiste en la posición que los periódicos señalan, los católicos tendremos un problema moral insalvable, que llevará a que un número significativo no votemos por él.

Alvaro Ferrer dice:

Recomendaría lisa y llanamente no votar por él. En varias oportunidades ha sostenido públicamente ser un defensor de la vida y contrario al aborto. Y si bien es cierto que no existe consenso científico sobre el potencial efecto abortivo de la PDD, cualquier persona sensata bien sabe que no es razonable poner en riesgo una vida inocente. Y él lo sabe. Pero actúa contra lo que sabe. Además, demuestra opinar desde la más absoluta ignorancia (por supuesto, vencible): el dictamen de la Contraloría General de la República ha dicho que los servicios de atención primaria de salud de los municipios sí están obligados por el fallo del Tribunal Constitucional que derogó las normas relativas a la anticoncepción de emergencia del DS Nº48. Nada más. Que de ello se siga el absurdo que la PDD siga siendo vendida en farmacias es un asunto aparte, ni decidido ni fomentado por la Contraloría, como tampoco por el Tribunal Constitucional. La única razón por la cual existe esta diferencia es porque el Formulario Nacional de Medicamentos incluye dentro del petitorio mínimo el Levonorgestrel 0,75 mg. Es decir, se trata de una imposición administrativa. Así, rasgar vestiduras en base a un simplón argumento ad lazarum, además de insultar la inteligencia, demuestra que no se entiende de qué se está hablando. Al menos sobre el fondo del asunto. Pero sí demuestra que se sabe entrar en sintonía, al menos comunicacional, con el sentir de personas humildes que, víctimas de la propaganda, se sienten injustamente discriminadas. Buena estrategia.
En síntesis: el candidato no actúa de buena fe, cambia su discurso y revela ignorancia inaceptable. Podrá decirse que esto ocurre en un tema puntual. Cierto, pero en uno de importancia capital: la protección de la vida inocente del que está por nacer. Señor Piñera, no cuente conmigo.

Valeria Cifuentes dice:

Les diría que ya es hora de dar una señal clara al país, anulando el voto. El cuerpo de principios de orden social que, tradicionalmente, la llamada “derecha” ha defendido (aunque son patrimonio de la humanidad) ya no son los que encabezan las propuestas presidenciales de ningún sector político partidista en Chile. Por esta razón, hasta ahora, los que adherimos a ellos –por motivos que evidentemente trascienden la politiquería partidista–, hemos debido ejercer nuestro “deber ciudadano”, votando por el mal menor. ¿Hasta qué punto podemos seguir haciendo esto sin que la propia consciencia se rebele? Pienso que ha llegado la hora de jugársela por la verdad. Si antes debíamos ser inteligentes, creativos y hábiles para buscar vías de ajuste y negociación, admitiendo la duda respecto del liberalismo de la derecha, ahora debemos ser, simple y llanamente, valientes. Cuando las naves han hecho agua por todos lados, sólo queda el abordaje.

José Luis Widow dice:

El aborto es un asesinato especialmente grave por afectar a niños no nacidos. La famosa píldora es abortiva. Eso para partir. Aunque una persona no esté directamente implicada en la realización de un aborto, si coopera con él de cualquier forma se hace cómplice del asesinato. Un político que manifieste públicamente la idea de permitir, facilitar o promover el aborto se hace cómplice. Y quien apoya al político con su voto, también. Darle el voto a ese tipo de político es directamente cooperación con el mal, cosa que según la moral natural y cristiana está prohibida.
En consecuencia, me parece que votar por Piñera después de su declaración sobre la distribución de la píldora es franca y directamente ilegítimo.